Un filial en transición y que vive por y para las transiciones. Ese es Osasuna Promesas, el conjunto que recibe este fin de semana (domingo, 20:00 horas) al Deportivo. El bloque de Tajonar llega al duelo en una mala dinámica de resultados (no gana desde el 4 de enero), pero con la sensación de estar arreglando alguna de sus condenas. La más evidente, la cantidad de goles que encaja. Porque aunque le cuesta mantener su puerta a cero -solo tres veces, todas en casa-, al menos en los últimos encuentros ha ido reduciendo ese volumen de tantos en contra que penalizaría hasta al equipo más talentoso.
No es el caso de Osasuna Promesas, al que no le sobra la calidad. Con Jorge Herrando, Iker Muñoz o Aimar Oroz como últimos grandes exponentes de la cantera de Tajonar ya asentados en el primer equipo, el filial es un equipo que compite más por saber explotar su modelo que por capacidad de desequilibrio individual. No va sobrada la escuadra rojilla de nivel técnico, pero lo suple con capacidades condicionales para ir y venir.
De este modo, el conjunto dirigido por Santi Castillejo disfruta en el ida y vuelta. Le gusta presionar arriba, ser agresivo sin balón para intentar robar. Y en ataque, no pierde el tiempo. Sus mediocentros, más que centrocampistas de balón, son equilibradores y llegadores. Su mediapunta, más que mediapunta, es segundo delantero. Osasuna Promesas no duda: balón directo y a disputar para ganar la segunda acción y atacar. Si puede ser con espacio, mejor. Si puede ser por fuera, ideal para profundizar y cargar el área con mucha gente. No es casualidad que sea el equipo del Grupo 1 que menos pases acumula.
El juego directo es la gran seña de identidad del juego osasunista, que prefiere correr a construir con paciencia. Y menos cuando su banda izquierda, el sector de más talento durante la primera vuelta, estará muy huérfana ante el Deportivo. Por un lado, con una baja ya conocida desde hace un mes ante la que el equipo busca reponerse: la de Adama Boiro. El lateral hispano-senegalés cambió Pamplona por Bilbao previo pago de los 2 millones de euros que indicaba su cláusula de rescisión. Sin él, Osasuna no solo perdió a un correcto defensor en desarrollo, sino que se quedó sin un futbolista muy dotado con balón por su capacidad de conducción para salir de presión y su golpeo.
Ander Dufur, más habitual en la derecha, ha sido el encargado de sustituirle en defensa de cuatro. Una fórmula que Castillejo modificó el pasado fin de semana en O Carballiño, cuando apostó por un 5-3-2 con el que nunca había partido de inicio. Su sustituto, más en una función de carrilero por su vocación ofensiva fue Iñigo Arguibide, habitual extremo diestro en el filial. El juvenil ha sido uno de los citados por Jagoba Arrasate esta semana para entrenar con el primer equipo. Tanto que, finalmente, ha entrado en la convocatoria del técnico vasco para Las Palmas.
Un ‘fichaje’ y tres bajas en Osasuna Promesas
También lo ha hecho Max Svensson. Max, habitual ariete, se está quedando corto de cifras (solo 2 goles, marcados antes del partido de ida en Riazor) pero suma por volumen. El Deportivo y el deportivismo conocen bien a un delantero con limitaciones, pero que aporta un enorme empuje en la presión y a la hora de estirar al equipo. Sin él, lo lógico sería que entrase Aguirre, un punta mucho más enfocado al juego aéreo.
Max y Arguibide son ausencias importantes. Pero no tan decisivas como la de Ander Yoldi. El extremo es el máximo goleador del filial, con 8 dianas. Una de ellas llegó en Riazor, donde Yoldi pudo demostrar que más allá del gol, tiene virtudes que lo convierten en un futbolista llamativo en la categoría. Desborde, capacidad para ir al espacio, poderío en las disputas y remate son algunas de las múltiples soluciones que pierde Osasuna sin uno de sus futbolistas claves que por algo juegan en el filial a pesar de ser mayores de 23 años.
Otro de ellos es Eneko Aguilar, indiscutible en el centro del campo y otro de los futbolistas capaces de aportar llegada, como demuestran sus 6 tantos. El mediocentro no pudo estar por sanción en O Espiñedo, pero regresa este domingo para dotar de necesario criterio a la línea media de un filial que puede tender a romperse por su fútbol. Junto a él podría jugar Osambela, también en dinámica de primer equipo pero finalmente sin sitio en la lista de Jagobasin sitio en la lista de Jagoba. Osambela es un futbolista capaz de jugar entre líneas pero, sobre todo, de aparecer en el área.
De este modo, está por ver si Castillejo regresa al 4-2-3-1 o mantiene la apuesta por 5 defensas. Sea como sea, Jorge Moreno y Michelis parecen fijos en el centro de una zaga que no ha mostrado ser sólida. Como tampoco lo ha sido el meta griego Stamatakis, a pesar de su gran partido en Riazor.
Sin embargo, no sería justo poner el foco sobre esa última protección, ya que Osasuna es un equipo que concede y produce porque así es su idea. Por el momento, le vale para estar fuera del descenso, que no es poco. Todo mientras ultima su transición hacia convertirse en un filial algo más sólido, por mucho que jugar a transiciones no apunte a ser el mejor camino para estabilizarse. En esa dicotomía se mueve un conjunto que no puede ocultar ser ‘hijo’ de Osasuna.
