El estreno de Rayco fue lo único que se pudo rescatar del partido del Deportivo ante el Coruxo. El canario jugó sus primeros minutos con la blanquiazul y dio muestras de poder ser lo que el equipo necesita en ataque: «Me encontré genial. Este es un grupo increíble y dentro del campo me sentí como me siento fuera. Estoy genial con ellos, me tratan muy bien. Me sentí a gusto, muy suelto. Es cierto que el resultado no fue el que esperábamos, pero esto se levanta«.
Comparte que tanto su llegada como la de Villares, sin ese peso mental que lastra al resto, puede tener un efecto positivo: «Venimos a aportar frescura. Al venir de abajo sentimos esa esperanza de jugar, de correr, pelear cada balón y es lo que tratamos de expresarle a todos los compañeros para ir todos juntos».
El atacante apuesta por el pleno del Deportivo: «Esto vuelve a ser una final y la vamos a afrontar como tal. Necesitamos ganar, meter goles. Tengo plena confianza en el equipo. Estoy seguro de que el balón acabará entrando y ganaremos. Si alguien puede ganar los cinco partidos, es el Deportivo«.
Rayco, impresionado con Rubén de la Barrera
Rayco no dudó a la hora de reconocer que la primera impresión de Rubén de la Barrera ha sido especial: «Me llama mucho la atención su carácter, su forma de expresar el fútbol. Cómo se dirige a ti, la seguridad que transmite. Te entra algo en el cuerpo cuando da una charla, sientes que te hierve la sangre y quieres salir a competir al siguiente partido. Era lunes y ya tenía ganas de jugar contra el Guijuelo».
El técnico coruñés le pide que sea él mismo: «Nada más llegar habló conmigo y me dijo que si me habían subido era para que siguiera haciendo lo que hacía en el Fabril. Encarar, desbordar, personalidad en el uno contra uno… también es su fútbol, de ir hacia adelante y dar soluciones. Me pidió que fuera atrevido y que intentar sacar siempre algo positivo. Y es lo que voy a hacer».