“Un nuevo renacer”, esa fue la frase utilizada por Fernando Vázquez en la vuelta del equipo a los entrenamientos. La dirección deportiva del Deportivo tuvo mucho trabajo durante el mes de septiembre para crear una plantilla con un objetivo claro: ascender de nuevo al fútbol profesional.
Nueve jugadores llegaron a la disciplina blanquiazul durante este mes. Los primeros, ambos el día tres, fueron Carlos Abad y Borja Granero. Los dos son titulares para Fernando Vázquez y llegaron con la carta de libertad bajo el brazo.
Tan solo tres días después llegó un jugadores del que se llevaba hablando desde principio de año. Celso Borges firmaba su retorno a A Coruña después de disputar dos temporadas en el Gotzepe turco, convirtiéndose en la pieza angular del proyecto de retorno a Segunda División.
Los fichajes fueron llegando a cuenta gotas y a final de mes el Deportivo también había incorporado a Lucho García, Héctor Hernández, Lara, Nacho, Rui Costa y Miku. Además de las llegadas, la dirección deportiva cerró las renovaciones de Uche Agbo y Eneko Bóveda, dos jugadores importantes la pasada temporada. También se cerró la renovación de Yago Gandoy, que pasaba a formar parte del primer equipo junto a Valín.
Muchos de los jugadores que habían descendido la pasada temporada utilizaron el mes de septiembre para deshojar la margarita sobre si renovar o no con el club. La mayoría optaron por salir, siendo Fede Cartabia la única salida que sigue perteneciendo al Deportivo.
Primeros amistosos
El Deportivo tuvo oportunidad de ir midiendo su potencial frente a rivales de menor entidad. Disputó tres encuentros amistosos, que se saldaron con tres victorias para los blanquiazules.
El primero de ellos fue contra el Fabril y fue decidido con un solitario gol de Adri Castro. El encuentro se disputó el once de septiembre y no habría ninguno más en los quince días posteriores.
A final de mes se aglutinaron los otros dos encuentros amistosos donde el Deportivo venció por 0-3 al Racing Villalbés y por 5-0 al Arzúa.