Las posibilidades de que el Deportivo termine descendiendo a Segunda División parecen remotas, sin embargo, Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’, entrenador del Sporting de Gijón, ha advertido hoy que “en las últimas jornadas puede pasar de todo”. Los asturianos deben, como mínimo, ganar todos los partidos para condenar a los gallegos a la categoría de plata, algo que no descarta el técnico rojiblanco. “Yo si fuese del Dépor no me fiaría. Pueden pasar cosas extraordinarias como han pasado cada año”, afirmó.
Los asturianos se enfrentan a Las Palmas esta jornada y en caso de no lograr los tres puntos sus opciones de permanencia se verían aún más reducidas. “No ganar el sábado a Las Palmas significa prácticamente irse a Segunda División”, reconoció. De hecho, un pinchazo rojiblanco restaría trascendencia al partido del Deportivo frente al Espanyol del domingo, que pasaría a ser una cuestión de orgullo. El propio Juanfran Moreno reconocía esta mañana que esa sería su opción preferida de cara a lo que puede ocurrir el fin de semana.
No obstante, en caso de que el Sporting cumpliese con su cometido en El Molinón, Rubi está convencido de que llegarán “a la última jornada con opciones” de pelear por la permanencia. El catalán aseguró que sus futbolistas piensan que el equipo “se va a salvar” y no “tira la toalla”, ya que se pondría a solo tres puntos del Leganés y con el golaveraje ganado antes de que los pepineros disputasen su partido el lunes contra el Betis.
Por último, Rubi tuvo que explicar el enfrentamiento vivido durante uno de los entrenamientos de esta semana donde dos de sus jugadores, Amorebieta y Traoré, estuvieron cerca de llegar a las manos. “No tiene importancia, luego se dieron la mano en el vestuario y no se ha vuelto a hablar de ello. Es normal, esto te demuestra que el equipo está vivo, que no pasan de todo. La gente está con tensión porque la situación no es la que queríamos”, concluyó.