Empezó bien, muy bien. 9 puntos de 12 posibles en un calendario que no era tremendamente exigente, pero del que la SD Logroñés fue capaz de sacar petróleo. Sin embargo, una racha de 3 derrotas consecutivas -todas por la mínima- se cargó el crédito de Jordi Fabregat. Con entrenador interino, la SD fue incapaz de puntuar en el Anxo Carro y encadenó un mes sin sumar hasta tocar fondo en una tendencia negativa que su nuevo técnico, Andrés García, ha empezado a girar.
El preparador madrileño afronta su primera gran oportunidad en España después de hacer currículum por medio mundo. A sus 39 años, ya sabe lo que es dirigir en China, Dubai, Ecuador, Noruega o Suecia. Y a Las Gaunas ha llegado con la idea de crecer desde la proactividad, una característica que ha venido acompañando estos últimos años al heredero popular del Club Deportivo Logroñés.
De aquel equipo que fue capaz de empatar en Riazor de manera in extremis y ganar en Logroño al Deportivo hace dos temporadas no queda ya ningún nombre. Apenas tampoco del bloque que logró con holgura una meritoria salvación el pasado curso. Es el sino de un conjunto riojano que se reinventa año a año y que, de la mano de Andrés García, busca una nueva reconstrucción manteniendo esa identidad propositiva que suele caracterizar a la entidad rojiblanca.
Por el momento, esas intenciones no habían cristalizado del todo en un equipo que sigue siendo capaz de facturar bastante en ataque, pero también concede en defensa. La SD Logroñés es uno de los equipos más goleadores (12 dianas) pese a estar en la zona baja, pero también el que más concede sin balón. Una doble vertiente que le da la vida y, a la vez, le condena. Y Andrés García, por el momento, no ha sido capaz de potenciar la tendencia positiva y ocultar la negativa, a pesar de las introducciones que ha hecho.
Porque tal y como apuntó Villares en rueda de prensa esta semana, la SD Logroñés es un equipo que pretende tener el balón y progresar a través de la asociación. Su inicio de juego es con tres futbolistas, pero de un modo curiosamente asimétrico: el 4-2-3-1 se transforma en algo más parecido a un 3-2-4-1. La mejor referencia es el último encuentro ante el Tarazona, en el que el cuadro de La Rioja venció un mes y medio después. Es de suponer que García no tocará demasiado, aunque a la convocatoria volverá seguro el atacante Rubio tras cumplir un partido de sanción.
De este modo, Elosegui, Murúa y el excéltico Jon Aurtenetxe conformaron tres cuartas partes de una línea defensiva completada por el capitán Paredes. Mientras el trío se implica en salida de balón y ejerce de cierre, Paredes parte desde una posición mucho más elevada y abierta para amenazar en el pasillo exterior izquierdo como una especie de carrilero. Mientras, el carril derecho es para un Óscar Fernández que es extremo puro y con la llegada del nuevo técnico parece indiscutible.
El cántabro empieza a parecerse a aquel jugador que apuntaba maneras en el Racing de Santander tras pasar varios años malos. En la SDL parte desde una posición más alta que Paredes, pero también pinchado en banda para aguardar su momento y amenazar al espacio o encarando. Porque el equipo logroñés busca eso, que sus exteriores acaben recibiendo pero siempre con opciones de hacer daño, tras juntar al rival por dentro gracias a ese juego combinativo y de densidad en el carril central.
Ahí, en la sala de máquinas, el veterano Javi Castellano es el termómetro del equipo. Un pivote defensivo útil para el equilibrio y sobre todo adecuado para clarificar esos primeros pases. Por delante, el ‘pelado’ Toni García se ha hecho indiscutible no solo por su golpeo, sino por su interpretación del juego tanto a nivel de espacios como con el balón en su zurda. Mediapunta en la Balona y partiendo desde la banda en muchas ocasiones este curso, el andaluz se ha adueñado de un puesto clave en el engranaje rojiblanco.
En defensa, Toni acompaña a Castellano en el doble pivote. En ataque, puede ganan algo más de altura para soltarse y aparecer entre líneas gracias a la presencia por dentro de Pepe Carmona. Extremo de gran golpeo con diestra, la baja de Rubio le abrió un hueco en el once y el ex de Guijuelo o Unionistas lo aprovechó con un gol. Completa ese trío de futbolistas interiores que flanquean a Javi Castellano el balear Damià Sabater. Mediocentro más de base en los años previos, en esta etapa en la SD Logroñés está actuando como mediapunta con tendencia a aparecer por la derecha para conectar con Fernández o complementar sus movimientos.
Jordi Escobar, la gran amenaza de la SD Logroñés
Todo este ecosistema está muy bien, pero lo que de verdad lo realza está siendo Jordi Escobar. El joven delantero catalán, criado en la cantera del Valencia e internacional sub17, parece haber encontrado la estabilidad necesaria para desarrollarse después de muchas vueltas. Por el momento, acumula 5 dianas casi todas fundamentales para sumar. Al margen del gol, Escobar amenaza en el área pero también sabe moverse cayendo a los costados y es potente al espacio.
Jordi Escobar pone el picante a un equipo propositivo, pero que con lagunas a la hora de acumular volumen de ocasiones y, sobre todo, sin balón. Ni su bloque es sólido y compacto, ni defiende demasiado bien el área. No solo de lo estético vive el hombre. Pero al menos, desde lo estético, esta SD Logroñés busca reconstruirse para empezar a competir mejor y seguir acumulando años en el bronce.