Rubén de la Barrera habló alto y claro tras caer eliminado contra el Castellón. El técnico, que sustituyó en las dos últimas jornadas a Óscar Cano, no fue capaz de conseguir el ascenso. En cuanto a si seguirá o no, dejó varias claves para el futuro del Deportivo, aunque cabe recordar que tiene contrato hasta 2024. Esas claves pasan por un Deportivo que se transforme «en lo que le va a dar solvencia y solidez, orgullo para que la gente siga sintiendo que el Deportivo es un club enorme».
En base a esto, habló de decisiones. «Estoy en mi club, quiero que mi club haga las cosas bien. Haciendo las cosas bien, uno recoge todo ese fruto. Hoy hablamos de un no ascenso, nos volvemos a ver en Primera RFEF, pero este tipo de momentos te ponen al límite. El límite exige decisiones. Esas decisiones tienen que ayudar al club a dar un paso. En este tipo de situaciones, si uno toma decisiones, evalúa, analiza y las toma, el club deportivamente va a ganar seguro. Si no es este año, será el siguiente. Pero hay que hacer las cosas bien».
El primero de los movimientos en el club no se ha hecho esperar, con la salida de Carlos Rosende y Juan Giménez del club blanquiazul el mismo lunes.
Se sentará con el club para ver qué le proponen y ofrecerle su ayuda. Pero Rubén desea «que el club se transforme a lo que le va a dar solvencia y solidez, orgullo para que la gente siga sintiendo que el Deportivo es un club enorme. Mi voluntad es la de continuar, quiero escucharlos. Ellos como club determinarán a través de una serie de decisiones cuál es la mejor manera para ir hacia adelante».
De hecho, apuntó que «cuando las cosas no salen, uno se lo tiene que evaluar por qué sí y por qué no. Y dentro de todo esto, tomar decisiones. Entendería que el Depor decidiese prescindir de mí por no haber logrado el ascenso. Si eso es así, nada que decir. Si no es así, a ver qué decisiones se toman a nivel estructural».
Lo que sí tiene claro Rubén es que la llama del deportivismo no se va a apagar. «Es un momento jodido, pero tengo claro que no se va a extinguir. El deportivismo va a responder con más fuerza todavía. Es una decepción y una putada muy gorda. Estábamos preparándonos para agarrar ese ascenso. No va a poder ser, pero sí es cierto que esto debe permitir tomar impulso, tener claro cómo querer hacer las cosas y que de todo se beneficie el club».