Este 20 de agosto se cumple un mes de los primeros chispazos que posteriormente estallarían en el Caso Fuenlabrada. Un mes en el que el fútbol español está viviendo uno de los episodios más turbios de su historia reciente, con algo que empezó como un desafortunado contagio por coronavirus y puede acabar convirtiéndose en una grave negligencia que tenga incluso responsabilidades penales. Mientras tanto, la competición de Segunda División sigue sin resolverse y el Deportivo continúa esperando una respuesta para saber en qué categoría jugará el próximo curso. Estas son las cinco claves de una chapuza sin resolver:
Viaje y suspensión, dos malas decisiones que prendieron la mecha
A lo largo de los últimos 30 días se han cometido muchos errores que han enquistado el asunto hasta llegar a la situación que se encuentra ahora. Y, como no podía ser de otra forma, todo comenzó también con dos malas decisiones. Por parte del Fuenlabrada, que ocultó hasta cuatro positivos que se habían dado durante el fin de semana y viajó igualmente a A Coruña, pero también por los máximos responsables del fútbol español. Todavía hoy resulta difícil adivinar cómo, en algún momento, suspender un único encuentro de una jornada unificada pareció una buena idea. El propio Paco Jémez, técnico del Rayo, manifestó su sorpresa, «cuando nos enteramos en El Sardinero pensamos que era un gran error».
De momento nadie ha dado la cara sobre una decisión tomada en conjunto por LaLiga, la RFEF y el CSD. Sólo Tebas dejó caer que era por el bien del Deportivo, refiriéndose sobre todo a la cuestión sanitaria al conocerse que los cuatro positivos del Fuenlabrada ya se habían multiplicado ese mismo lunes.
Descontrol de positivos en el Fuenlabrada
El aspecto deportivo pasó a un segundo plano en los días posteriores, cuando el brote del Fuenlabrada se descontroló. Las pruebas realizadas por los operarios de la Consellería de Sanidade comenzaron a revelar positivos hasta alcanzar los 28 de una expedición de 46 personas. Los síntomas eran evidentes en algún miembro e incluso Chico Flores tuvo que ser hospitalizado. Para colmo, el Fuenlabrada había viajado sin médico y fue Carlos Lariño, médico del Dépor, el que estuvo pendiente en todo momento de los jugadores y técnicos del equipo madrileño.
Caso Fuenlabrada: Juego, no juego, juego, pero mejor otro día…
El Deportivo tuvo claro desde el primer momento que la actitud del Fuenlabrada no había sido la correcta y junto a otros clubs como Elche, Rayo o Numancia denunció la situación ante el Comité de Competición. El comportamiento del club madrileño fue, cuanto menos, inestable, renunciando a jugar el encuentro y asumiendo las consecuencias primero, para posteriormente empeñarse a jugar a toda costa.
Competición denegó la opción de jugar el domingo 2 y apresuradamente pidieron jugar el día 5. Una vez fijada la fecha para el día 5, entre ellos y LaLiga apresuraron al Dépor para volver a retrasarlo al viernes 7, cuando finalmente se acabó disputando. El Fuenlabrada se presentó al encuentro con sólo 7 jugadores profesionales, el mínimo, y 13 en total, lo que deja patente que su único objetivo era que el club blanquiazul no pudiera presentarse al haberle dado vacaciones a sus jugadores. Como dijo Fernando Vidal, «el farol no salió bien».
Guerra Dépor vs LaLiga y Álex Bergantiños como primera víctima
Paralelamente la tensión en los despachos iba subiendo y Fernando Vidal lanzó un órdago el 4 de agosto, cuando anunció que iba a solicitar la inhabilitación de Javier Tebas como presidente de LaLiga. Esto desató una guerra abierta cuya primera víctima fue Álex Bergantiños. El capitán coruñés tuvo que declarar en comisaría en una detención exprés después de que se filtrara un audio suyo a la plantilla en la que, según quisieron interpretar algunos, se trataba de amañar el resultado del Dépor vs Fuenlabrada.
Esa detención fue criticada desde diferentes estamentos, desde los juzgados hasta varios sindicatos de la Policía, y el propio Bergantiños ha pedido que se investigue cómo se llevó a cabo el operativo. Hoy mismo, la jueza ha emitido un auto en el que anuncia que archiva esa denuncia puesta por el departamento de integridad de la Liga.
En medio, posicionamiento total de la patronal a favor del Fuenlabrada y negativa rotunda a la la RFEF, que propuso una Liga de 24 para la próxima temporada anticipándose a una situación que está fuera de control. Esta misma semana, el Deportivo ha enviado una carta a todos los clubs de la Liga y al propio Tebas pidiéndole imparcialidad en el Caso Fuenlabrada.
Descenso administrativo, un médico que se contradice y el silencio del CSD
El último episodio del culebrón se produjo el sábado, pero sus consecuencias todavía colean. El juez instructor del Comité de Competición emitió el pliego de cargos tras el expediente abierto contra el Fuenlabrada, proponiendo el descenso administrativo del club madrileño al entender que se habían ocultado los positivos deliberadamente y con mala intención. LaLiga y el propio Fuenlabrada ya habían manifestado que no le reconocían competencias ni al juez ni a Competición, llevando a cabo su propio expendiente por parte del juez de Disciplina Social de la patronal, archivado hace ya semanas.
No contentos con eso, ni con tratar de recusar al instructor incluso relacionándolo con un directivo del Dépor, Jonathan Praena se pasó por varias radios insultando y calificando de trama corrupta todo lo que estaba sucediendo. Algo que le ha costado ya una querella. A mayores, se filtró un corte de la declaración del médico del Fuenlabrada y varios medios dieron a entender que el instructor se había inventado la declaración del doctor porque la transcripción no se correspondía con el audio. Obviamente, esto era falso y uno de los medios ya ha tenido que rectificar. El otro todavía no lo ha hecho.
Y así, un mes después, a la chapuza todavía le queda recorrido, ya que estamos ahora en el plazo para presentar alegaciones a la propuesta de descenso. Todos los actores han mostrado su jugada. Todos menos el CSD, que sigue en silencio desde el pasado 23 de julio, cuando emitió un duro comunicado criticando a LaLiga y al Fuenlabrada. A la propuesta de Liga de 24 de la RFEF, se ha sumado ahora la AFE, que ha tenido a bien manifestarse proponiendo una Liga de 26. Todo hace indicar que se requerirá de intervención política para desbloquear la situación, por lo que todos los focos miran ahora a Irene Lozano y un Consejo Superior de Deportes que, como apuntó Toño Armenteros, «debe tomar cartas en el asunto de una vez».