‘Adelante’ se viste de lujo para visitar La Catedral. El Athletic está buscándose a si mismo tras la gran versión alcanzada la temporada pasada y el pobre comienzo de la actual. Recibe al Dépor sin Aduriz.
El Deportivo visita al Athletic con la intención de pescar en río revuelto y poder abandonar los puestos menos deseados de la tabla. El conjunto vasco ha comenzado la campaña actual muy por debajo de lo mostrado en la campaña pasada, influenciado por problemas de todo tipo. Recibe con numerosas bajas, entre ellas la del máximo goleador nacional, Aritz Aduriz, a un equipo herculino también mermado por las lesiones.
Contexto. Se tambalean los cimientos del proyecto Bielsa. A lo ‘Loco’ se vivió muy bien.
Poco tiene que ver el actual conjunto vasco con el de la temporada pasada. Los rojiblancos han iniciado el curso 2012/2013 sin la capacidad de sorpresa, la frescura y la agresividad del último, detalles que, sumados a los problemas extradeportivos, han provocado que en Bilbao se haya creado un extraño clima de intranquilidad. Desde el verano, la falta de disciplina de Javi Martínez en su fuga al Bayern de Munich y la decisión de no renovar de Fernando Llorente hicieron que, por primera vez en mucho tiempo, la afición cargase contra dos de sus jugadores más emblemáticos. El ‘9’ pidió a gritos una salida que Josu Urrutia, con el que se ha enfriado la relación, no le concedió. Esta situación ha lastrado al navarro en el aspecto deportivo -aún no ha sido titular- y le ha llevado a protagonizar errores de actitud como el del pasado lunes, cuando decidió no conceder una rueda de prensa.
Por su parte, el míster, Marcelo Bielsa, decidió continuar un año más al frente del equipo para dar continuidad a su proyecto, pero la temporada no empezó ni mucho menos como hubiera deseado. El Athletic no es el bloque que el pasado curso fue capaz de jugarle de tú a tú al Barcelona, que maravilló a Europa en Old Trafford y que fue un rodillo para la mayoría de sus rivales. Ahora parece que el sistema, la forma de entrenar del técnico argentino y, sobre todo, el haber caído en dos finales la temporada pasada ha desgastado a un grupo que, a pesar de seguir jugando al ataque y gozar de buenos momentos de fútbol, hace aguas en demasiadas ocasiones. Sus dos triunfos consecutivos antes de su última derrota en el Santiago Bernabéu son la gran esperanza de mejora de una hinchada que, por una razón u otra, se muestra menos eufórica de lo habitual.
Nombres propios. Buscando nuevos héroes. Lezama, sin límites.
– El ‘crack’: Susaeta. Sin Javi Martínez, con Llorente semiaislado, con Ander Herrera lesionado y con Muniain en un preocupante estado de forma, ha sido Markel Susaeta el que se ha convertido en el comandante de las operaciones del Athletic en campo contrario. Siempre desde la derecha, jugador rápido y habilidoso, se ha convertido el mejor socio de Aduriz en el tramo inicial del campeonato. Incluso ha alcanzado la selección nacional.
– El ‘muro’: Iraola. Sin duda, uno de los mejores carrileros de nuestra Liga. Su rapidez, disciplina y su sacrificio lo convierten en un magnífico lateral que, gracias a su calidad, tiene una gran capacidad para sorprender desde atrás. Capitán.
– El ‘cerebro’: Ander Herrera. Su ausencia en los primeros encuentros de la temporada fue excesivamente notoria. En la medular del Athletic nadie ve el fútbol como él. Se ofrece, progresa, asiste y no se arruga a la hora de probar desde largas distancias. A sus 23 años, su presencia es ya obligatoria en el esquema de Bielsa.
– El ‘killer’: Fernando Llorente. La sanción de Aduriz devuelve al delantero navarro a la primera línea del ataque de los leones. Llorente tendrá la oportunidad de demostrar a la grada que su sentimiento por el Athletic sigue intacto. Casi imparable por alto, sus 1,95 metros de altura no impiden que consiga hacer maravillas con el esférico en los pies. Para muchos, el mejor atacante de nuestro país. Tendrá ganas de reivindicarse.
El dato. Fragilidad defensiva. Sus números atrás son mucho peores a los de la campaña 2011/2012.
Bielsa puede identificar fácilmente donde está la debilidad del equipo en la temporada actual: en el engranaje defensivo. Su media anotadora apenas varía respecto a lo logrado la temporada pasada, pero la de goles recibidos se dispara: desde 1,3 a 2,2. El Athletic ha pasado de ser el 9º equipo que menos goles encajaba al 3º que más encaja. Solo su rival de mañana, el Deportivo y el Rayo le superan. Hace un año, a estas alturas del campeonato había encajado tan solo 18 tantos, por los 26 que lleva en el curso actual, un dato que evidencia los problemas de intensidad y de concentración que ha tenido el equipo de Bielsa en las primeras fechas de la Liga BBVA, dos aspectos esenciales para que la filosofía del argentino tenga éxito.
Un momento histórico. Año 1984. El ‘Triplete’ que despidió a La Gabarra.
El nombre del Athletic Club está, de forma incuestionable, en la historia del fútbol español como uno de sus mayores exponentes. No en vano es el único, además de Real Madrid y Barcelona, que siempre ha jugado en Primera División. 8 Ligas y 24 Copas del Rey son motivo suficiente. Sin embargo, el club lleva casi tres décadas alejado de las cotas más altas. El de 1984 fue la última gran versión del Athletic. Javier Clemente era el técnico de aquel equipo y Zubizarreta, Goikoetxea, De Andrés y Dani algunos de sus referentes. En ese mismo año, consiguieron imponerse en la Liga al Real Madrid, en el que ‘La Quinta del Buitre’ estaba naciendo -ambos equipos acabaron con los mismos puntos- y en la final de Copa al Barcelona de Diego Armando Maradona. Poco después, el Athletic levantó la Supercopa. Desde entonces, no ha vuelto a conquistar ningún título.
Una leyenda. Rafael Moreno, ‘Pichichi’. En el nombre del gol.
Desde el Mundial del 82, cuando un equipo juega por primera vez en San Mamés, acude al busto de Pichichi para hacerle una referencia. No le sobran leyendas al Athletic, pero Pichichi es quizá la mayor de todas ellas. Solo jugó en el Athletic, desde 1911 hasta 1921. Sus goles auparon al club a la conquista de cuatro Copas del Rey, en un tiempo en el que todavía no había nacido la Liga. Su vida, que terminó solo un año después de la retirada, está llena de anécdotas. ‘Pichichi’, que jugaba siempre con un pañuelo en la cabeza, dejó el fútbol para ser árbitro. Su nombre sigue muy vivo entre los seguidores del fútbol español, ya que así se denomina el trofeo más ansiado por los delanteros, que premia al máximo goleador del torneo en una campaña.
Un lazo blanquiazul. Joaquín Caparrós. Desde Utrera al norte.
Si algo no se le puede echar en cara a Joaquín Caparrós en sus cuatro años en Bilbao es que no cumpliese los objetivos. Cogió a un equipo que había coqueteado con el descenso y lo consolidó en la zona alta de la tabla. Con él, el Athletic volvió a Europa y la Gabarra amenazó con volver a navegar, algo que solo impidió el Barça (final Copa del Rey 2008). Incluso, colaboró de forma decisiva a la gran progresión de algunos canteranos. Sin embargo, su estilo no acabó de convencer a la afición de San Mamés. Hasta Bilbao había llegado procedente del Deportivo, donde planteó una revolución que no terminó de salirle muy bien al Deportivo. Pero tampoco muy mal: llevó al equipo dos campañas consecutivas hasta la semifinal de la Copa del Rey y no pasó apuros por evitar el descenso.