El atacante portugués jugó los 38 partidos de Liga partiendo de inicio. Gama ayudó a su equipo con seis goles, tres asistencias y mucha magia en tres cuartos de campo.
Fue uno de los pocos que intentó tirar del carro. Fue de los pocos que intentó echarse a la espalda a un equipo malherido y con escasa capacidad para levantarse. Regates, imaginación, verticalidad y gol. Bruno Gama completó los 38 partidos de Liga sin lesiones ni sanciones. Los tres entrenadores le dieron confianza total para que mostrase sus destrezas.
El portugués se convirtió en un fijo con José Luis Oltra en Segunda División. Tardó en hacerlo, porque un inoportuna lesión en la cadera disputando el Teresa Herrera contra el Sevilla le impidió empezar la temporada con sus compañeros. Después de recuperarse, se hizo con una titularidad que no soltó con el valenciano en toda la primera vuelta del retorno a la Liga BBVA. Una plaza en el once titular que también fue suya con su compatriota Domingos Paciência y a la llegada de Fernando Vázquez. 38 de 38, siempre de titular, rompiendo líneas y correteando de arriba a abajo.
Seis goles y tres asistencias son el bagaje del luso esta temporada en A Coruña. Un gol y cuatro asistencias menos que la pasada en Segunda División. En el último y decisivo encuentro, contra la Real Sociedad, tuvo que ser sustituido. Una contusión en la cresta ilíaca derecha evitó que completase el partido y pusiese su granito de arena en un choque de infarto.