Una vez decidida, que no anunciada de momento oficialmente, la continuidad de Borja Jiménez, el Deportivo ya se ha puesto manos a la obra en el proyecto de la temporada 2022-23. El club blanquiazul tiene avanzada la contratación de Gorka Santamaría y está pendiente de Isi Gómez y el conflicto con el Córdoba. Mientras, valora también la posibilidad de mantener jugadores importantes del pasado curso y uno de esos nombres es el de Mario Soriano.
El futbolista terminó su primer año a préstamo cedido por el Atlético de Madrid con una emotiva despedida. En ello arrancaba exponiendo que no sabía si sería «un adiós definitivo o un hasta pronto». Y si hay alguna consecuencia de que el Dépor apueste de nuevo por Borja Jiménez, seguramente sea que la historia de Soriano como blanquiazul sólo haya vivido un punto y seguido.
O por lo menos que ambas partes tengan la intención de intentarlo de nuevo. A Soriano le quedan todavía dos años de contrato en el club colchonero, pero parece complicado que vaya a tener sitio en el equipo de Simeone. Su buen año en Primera RFEF sí podría traducirse en ofertas de categoría superior y contra eso tendrá que pelear el Deportivo.
La confianza de Borja en Soriano, el mejor aval del Deportivo
Y es que pocas propuestas deportivas que pueda recibir el jugador tendrán la fuerza y el respaldo de los hechos que tiene la del Deportivo con Borja Jiménez al mando. El técnico mostró durante toda la segunda vuelta una confianza total en Soriano, que acabó convirtiéndose en una pieza importante para el equipo.
Habrá que ver cuáles son las intenciones de futuro del jugador y también, obviamente, cuál es el siguiente paso que el Atlético de Madrid quiere para una de sus perlas. El pasado verano llegó al Deportivo en el último día de mercado, por lo que el tercer factor importante será el tiempo que el club herculino esté dispuesto a esperarlo.