El próximo 23 de julio, el Femenino A del Deportivo iniciará una nueva temporada. Será la tercera de un proyecto que arrancó oficialmente en el 2016. Y lo hará con el mismo objetivo que lleva persiguiendo desde aquella fecha: el ascenso a la Liga Iberdrola, la máxima categoría estatal. Tras ser subcampeón de su liga en los dos últimos cursos, el Dépor intentará destronar al Oviedo. Y, con ese fin, ha realizado ya varias modificaciones en su plantilla.
Si bien es cierto que, desde el club se ha apostado por mantener la columna vertebral, también han llegado varias caras nuevas. En concreto, de dos equipos: del mencionado Real Oviedo y del recién descendido Santa Teresa de Badajoz. Se trata de Érika Samya, Alba Merino y Ali Muñoz. Una lateral, una centrocampista y una delantera. Tres nombres, con experiencia en Primera, que intentarán dotar al equipo de una veteranía que puede resultar decisiva en partidos importantes.
A esas altas, hay que añadir la continuidad de 14 futbolistas del curso pasado. A las seis que ya tenían contrato en vigor (Mérida, Raquel, Teresa, Kika, Gaby e Iris), se suman ocho renovaciones (las de Anita, Cris, Laura, Miriam, Patri Rúa, Peke, Michelle Romero y Nuria). Todas ellas importantes. Todas ellas habituales en los esquemas del técnico coruñés Manu Sánchez.
En el apartado de pendientes, falta por saber qué pasará con Malena Mieres y Cris Oreiro (lesionada de gravedad), las dos únicas jugadoras que aún no han aclarado, de manera oficial, su futuro.
La última pieza del puzle podría llegar desde el filial. Su gran año, culminado con el subcampeonato de la liga de Primera Gallega y el título de Copa, no ha pasado desapercibido para el club. Y se espera que alguna jugadora del B pueda dar el salto al primer equipo. A falta de resolver las últimas incógnitas, el Deportivo ABANCA va camino de cerrar una plantilla que será más corta que en los dos años anteriores. Y que, a día de hoy, ya cuenta con 17 futbolistas.