“El Deportivo que yo sueño no ha venido por Coruña todavía”. Hace ya más de cuatro meses que Pepe Mel pronunció esa frase en sala de prensa de Riazor, sin embargo, parece seguir vigente en la actualidad. El entrenador madrileño cogió las riendas del equipo en un momento delicado y donde el resultado era mucho más importante que el cómo conseguirlo. Ahora, iniciada ya una nueva temporada, el conjunto herculino sigue en busca de un fútbol reconocible.
La idea de Mel pasa por ver un equipo que sea dueño de balón y que presione en campo rival, pero hasta ahora no ha sabido transmitirlo a sus jugadores. El choque ante el Levante evidenció los problemas de los suyos para sacar la pelota jugada y darle continuidad al juego. “No hemos dado ni dos pases seguidos en zonas que hacen daño. Hemos hecho todo lo contrario a lo que veníamos haciendo en pretemporada”, declaró enfadado el míster en el Ciutat de València.
Los herculinos habían ensayado en sus amistosos cómo sacar el esférico jugado, arriesgando en exceso en algunos partidos como contra el Oporto. Sin embargo, parece que nada de lo trabajado se puso en práctica contra el cuadro granota. Tanto es así, que el discurso de algunos jugadores al final del partido era distinto a la propuesta inicial diseñada por Pepe Mel. “El plan era estar juntos, salir a la contra, hacer daño”, explicaba Fede Cartabia tras el empate.
Pese a todo, el ex del Betis no tira la toalla y trata de “encontrar la forma para arreglarlo”. Fruto de esta necesidad de mejorar y recuperado ya de su enfado la pasada jornada, el míster blanquiazul ha incidido esta mañana durante el entrenamiento en la presión al rival. Un trabajo necesario y habrá que ver si productivo, para poder ver dentro de poco al Deportivo que sueña Pepe Mel.