La humilde filosofía empresarial de la S.D. Éibar demuestra que en el fútbol actual es posible un sistema sostenible basado en “no gastar más de lo que se tiene”.
La Sociedad Deportiva Éibar podría hacer historia esta temporada si asciende a Primera División -categoría en la que nunca ha militado-, pero lo que ha hecho hasta ahora para lograrlo tiene mucho más mérito. El próximo rival del Deportivo es prácticamente el único club saneado de las categorías profesionales del fútbol actual en España. Déficit cero.
El truco es tan sencillo como “no gastar más de lo que uno tiene”. Si ganan cinco, gastan cuatro y ahorran uno, y así sucesivamente. Esta simple regla dejó de cumplirse hace años en la mayoría de clubes españoles, de ahí las exageradas deudas económicas que contraen con jugadores, empleados, empresas, otras entidades deportivas y especialmente con la Agencia Tributaria. Pero el Éibar cumple; y no paga mucho, pero paga. Y siempre puntualmente.
Cuesta entender que un equipo tan pequeño esté donde está haciendo las cosas bien. La clave, además de no derrochar, está en optimizar lo que se tiene sosteniéndose en la humildad y el respeto. Aun teniendo el presupuesto más bajo de la Segunda División son capaces de sacar adelante una plantilla competitiva a base de cumplir sus compromisos, traer a jugadores cedidos y formando un lazo de unión entre todos los jugadores en los que no hay estrellas con un protagonismo mayor sobre el resto. Todos cuentan lo mismo. Todos cobran prácticamente lo mismo.
Hace unos meses, un revés golpeó a este club ejemplar. El Consejo Superior de Deportes obliga al Éibar a realizar una ampliación de capital de 1.724.272 euros para poder seguir compitiendo en la Liga Adelante. La entidad blaugrana considera injusto este castigo que puede hacerle perder la categoría y se escuda en la salud de sus cuentas, pero no es suficiente. Han hecho un llamamiento a inversores que aporten cantidades no excesivamente altas y por el momento han logrado reunir algo menos de 400.000 euros.
La rebelión contra el fútbol moderno que representa el Éibar tiene que enfrentarse a una legislación que no contempla el buen hacer de los equipos humildes. “Un club que está al corriente de pagos, que no tiene ninguna deuda, es ejemplar y todos ponen de modelo, se le está pidiendo una cantidad que no necesita ya que no tiene ninguna deuda. Entonces, ¿si no la necesita por qué se le impone?, lamenta Fran Garagarza, director deportivo del conjunto vasco, en una reciente entrevista en Reseteando.org. Por el momento, los armeros se enfrentan al descenso si no cumplen con la ampliación de capital antes del próximo 6 de agosto.