El fútbol regresa a Riazor este sábado con el recuerdo de lo sucedido en El Arcángel aún muy presente entre jugadores y aficionados blanquiazules, y lo hace con la visita del Reus. Será el debut oficial del conjunto catalán en el feudo herculino y supondrá, por un lado el reencuentro de Natxo González con el que fuera su equipo durante tres temporadas, y por otro el regreso a tierras coruñesas de Juan Domínguez, figura clave en los dos últimos ascensos del Deportivo.
Tras diez jornadas disputadas el Reus ocupa la 14º posición en la clasificación de LaLiga 1|2|3 con 12 puntos, tres por encima de los puestos de descenso. Los catalanes han sabido sobreponerse a un convulso inicio de curso en el que las limitaciones económicas impuestas por La Liga impidieron que varios de sus futbolistas fueran inscritos en la competición, uno de ellos con pasado blanquiazul como es el caso de Isaac Cuenca.
Este duro revés en la planificación deportiva aumentó la incertidumbre en el proyecto capitaneado por un debutante en los banquillos como Xavi Bartolo y está obligando a este a tirar de la cantera. Pese a ello, la continuidad de hombres como el guardameta Edgar Badía, Juan Domínguez o Gus Ledes ha permitido que el Reus mantenga la esencia del equipo que el pasado curso logró la permanencia con gran solvencia, algo que se está viendo reflejado en los resultados, especialmente a domicilio.
Los siete puntos sumados por los catalanes lejos del Municipal de Reus en lo que va de temporada lo convierten en uno de los mejores visitantes de la categoría. Es más, se da la circunstancia de que los de Xavi Bartolo son uno de los dos equipos que han sumado más puntos fuera que en casa, un hecho que pone de manifiesto su buen hacer y solidez a domicilio.
Dos victorias, un empate y dos derrotas, ese es el saldo actual que presenta el Reus lejos de su feudo, un balance netamente positivo, y más aún si se tiene en cuenta la dificultad de los rivales. Elche y Tenerife vieron como los catalanes lograron hacerse con los tres puntos, algo que también estuvo a punto de ocurrir ante el Sporting pero que se vio frustrado con un penalti en el tiempo de descuento que supuso el 1-1 definitivo. Los dos únicos desplazamientos en los que el Reus regresó de vacío fueron Almería y Las Palmas, ambos por idéntico marcador (2-0).
Así pues, el de este sábado se presume como un nuevo y difícil escollo para el Deportivo en su largo camino de regreso a Primera. El objetivo de los de Natxo González, sumar tres nuevos puntos que los acerquen a los puestos de cabeza y seguir haciendo de Riazor un fortín inexpugnable sobre el que cimentar el ascenso.