Desde el pasado verano, hablar de mercado en el Deportivo es hablar de Richard Barral. Su actual etapa en el club comenzó en junio de 2014, pero fue hace aproximadamente seis meses cuando la directiva que lidera Tino Fernández decidió que se convirtiese en su hombre fuerte en ese terreno, un director deportivo con una elevada cuota de responsabilidad y la consecuente exposición mediática. Su trabajo durante el mercado estival recibió una valoración positiva, pero volverá a jugarse el crédito durante el recién estrenado mes de enero.
Las circunstancias provocan que el desempeño de Barral durante las próximas fechas vaya a ser examinado con lupa. Las necesidades le obligan no sólo a fichar con acierto, sino a actuar con presteza: con la salida de Ryan Babel, la convocatoria de Fayçal Fajr para la Copa de África y la lesión de Carles Gil, la plantilla se ha acortado de manera drástica, especialmente en posiciones de ataque. Y lo ha hecho precisamente en el mes más saturado de la temporada. Gaizka Garitano necesita refuerzos y los necesita cuanto antes.
Encontrar un sustituto para Babel es la principal misión de Richard. Un extremo con desborde, capacidad de asociación y gol: ese es el perfil del holandés, el que tratará de reproducirse con la principal operación que el Deportivo tratará de cerrar antes del próximo 31 de enero. Una vez asegurada esa incorporación se estudiará la conveniencia de buscar algún refuerzo adicional, siempre en función de las oportunidades que se presenten.
El traspaso de Lucas Pérez al Arsenal dejó en las arcas de la plaza de Pontevedra cierto remanente, que en una modesta medida puede facilitar la tarea al director deportivo y sus colaboradores. El Dépor tiene un punto más de fuerza económica que en ocasiones anteriores, aunque al mismo tiempo debe moverse en un contexto nunca sencillo como el mercado invernal, donde la cantidad de futbolistas transferibles es considerablemente inferior a la de los meses de junio, julio y agosto.
No sólo las carencias del plantel exigen a Richard Barral completar con nota su primer gran examen de 2017. El contrato del director deportivo finaliza el próximo 30 de junio, misma fecha en la que concluye la vinculación de su apuesta para el banquillo blanquiazul, Gaizka Garitano. Aunque ya en noviembre trascendió que el club había iniciado contactos para la renovación de Barral, de los frutos que ofrezca su trabajo en este mercado puede depender también garantizar su continuidad en A Coruña.