Laure Sanabria, ex del Deportivo y actual jugador del Atlético Baleares, recordó cómo fue su llegada al Fabril y el objetivo que perseguía. Además de reflexionar sobre el comportamiento actual de los canteranos, explica también cuál es el papel de los más veteranos en él.
Su fichaje por el Atlético Baleares
«El año pasado, con el Alcorcón, llevábamos dos años complicados. Este último año fue muy malo. Fue una temporada malísima. El presidente y el director deportivo, siempre confiaron en mí, me transmitieron que querían que siguiese. El entrenador decidió hacer un cambio total, creía que era lo mejor. En parte te duele, pero en parte lo entiendes. Los resultados no pudieron ser peores, son sensaciones y un cambio de aires, de imagen y de jugadores siempre viene bien en una situación complicada como la del año pasado en el Alcorcón».
El papel de los veteranos en el vestuario
«Los clubes son conscientes de que hay muchas emociones, que hay que tener gente que haya vivido esos momentos, que conozcan el vaivén de emociones que es el fútbol. Que manejen buenas dinámicas, malas dinámicas. Han valorado mucho mi carrera deportiva, que me he movido en el Deportivo y en Alcorcón. Cuando te mueves muy poco significa que están contentos contigo, que eres un profesional. Le han dado mucha importancia a este perfil. Cuando estás en un club tiempo sientes ese sentimiento de pertenencia, puedes ser el faro en esos momentos complicados. Me veo con esa responsabilidad y creo que puedo cumplirla».
Los inicios de Laure en el Fabril
«Cuando llegué al Fabril fue una decisión complicada. Venía de un equipo de Segunda B y me aparecieron otras ofertas, como el Oviedo en Tercera que me ofrecieron un dineral para lo que yo movía en ese momento. También la Ponferradina y equipos muy fuertes. Tenía claro que mi idea era intentar apostar por subir a un primer equipo. Eso pasaba por subir desde un equipo B. Apareció el Deportivo B y mi objetivo era muy claro, intentar hacerme con un hueco en el primer equipo.
Tenía gente por delante, cuando empecé lo estaba haciendo bien, pero incluso Chapi -un central de nuestro equipo- debuta antes que yo en el lateral derecho. Después pasaron unos cuantos, también Piscu. Una vez me llega la oportunidad, en ese partido juego contra el Villarreal donde intento demostrar todo el trabajo que había detrás. Era mi oportunidad, tenía que aprovecharla e intenté hacerlo. Después confiaron en mí. En el día a día intenté aprender. Me fijé en Manuel Pablo, un tío que siempre entrenaba a tope, que tenía buena disposición. Me centraba en el día a día, en entrenar, en ser consciente de lo que podía mejorar».
Charlamos con Laure que nos recordó cómo llegó al Fabril y cuál era su idea al hacerlo. Este fue su proceso y el objetivo que tenía: pic.twitter.com/Fr1MRHb2xW
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El momento actual de la cantera en el mundo del fútbol
«En los vestuarios se comenta que ha cambiado el modelo. El canterano que subía… yo me acuerdo que el primer año era como un zombi en el vestuario del primer equipo, no sabían ni mi tono de voz. Yo estaba allí, escuchaba, miraba y no hablaba. Me guiaba por el rebaño. Hacen esto, pues yo hago esto. Sin hacer ruido, tenía que ir al fisio e iba el último, me trataba el último para no molestar mucho. Eran detalles de lo que era la educación del fútbol. Antes con la gente veterana estaba todo muy cuadriculado.
Ahora, notas ese desparpajo. No en el fútbol, en el día a día. Ellos quieren todos los derechos del futbolista de élite, que tiene unas instalaciones, un servicio médico, de fisio, utilleros que están para ti. Están más atentos a eso, que si la camiseta pone esto, que si el pantalón… que luego lo que es el fútbol. Creo que va cambiando la tendencia, al final los entrenadores, la sociedad… ahora protege un poco más ese tipo de conductas. Antes no sé si era bullying, pero el canterano cogía las maletas, cogía lo otro, limpiaba hasta alas botas. Eran cosas que se veían normales, ahora se le trata según llega como uno más. A veces, esa incorporación tan rápida, puede confundir a muchos chavales».
🔹 Laure analiza las diferencias de cómo era ser canterano antes y cómo es ahora cuando subes al primer equipo.
Esta es su experiencia y su punto de vista: pic.twitter.com/qieWhwxSbC
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El motivo de no colgar las botas
«Quiero vivir un año bueno. El año pasado lo pasé fatal. Era un peso pesado en el Alcorcón, tenía una responsabilidad y un compromiso con el club, lo pasé mal. No quería retirarme en un año tan malo… lo que me mueve es eso. Intentar ascender, venir aquí y hacer un año bueno. Intentar ascender es mi objetivo. De cara al público, se dice menos, es una presión innecesaria. Pero mi objetivo es venir aquí, hacer un buen año, que mi familia disfrute conmigo del fútbol. Eso es lo que me mueve».