Lionel Scaloni tardó poco en hacerse un hueco en el corazón de la afición deportivista. Llegó en una temporada en la que la hinchada se había emocionado con un cuadrado mágico (Flavio, Djalminha, Rivaldo y Luizao) que torpedeó el Barcelona e hizo que el Deportivo perdiese el rumbo. Cuando llegó al club, en su presentación aseguró que venía a aportar el carácter que necesitaba el equipo.
El día de su debut fue sustituido a los dos minutos tras la expulsión de Songo’o contra el Sporting de Gijón. El 12 fue el elegido para dar entrada a otro portero, algo que sin duda no le gustó, reconociendo estar muy enfadado posteriormente en zona mixta.
A partir de ese día, Scaloni poco a poco se convirtió en uno de los indispensables. En algunas ocasiones partiendo como interior por la derecha, en otros partidos como lateral, pero siempre mostrando una de sus vitudes: el pundonor. Esa insistencia y a la vez consistencia que lo llevó a levantar títulos con el Deportivo. Así es como Mauro Silva, otra de las leyendas, guarda un grandísimo recuerdo de esa época con el argentino.
Muchos recordarán, además, la imagen de Lio Scaloni sobre la portería celebrando al lado de Nuno uno de los éxitos del Deportivo. O su imagen tras el Centenariazo, con una bandera del Deportivo al cuello. Además, teñido de rubio, celebrando desde el balcón de María Pita.
El Scaloni que agitaba los brazos cuando marcaba con el Deportivo le ha dejado el paso al que se muestra impertérrito en la tanda de penaltis como seleccionador de Argentina. A un Lionel al que en una de sus primeras ruedas de prensa como seleccionador nacional prácticamente le solicitaron su carnet de entrenador pero al que ahora todos jalean y quieren subirse a la ‘Scaloneta’.
Se haga o no con ese ansiado Mundial, lo cierto es que la hinchada del Dépor desea que una de sus leyendas consiga el triunfo y que también se muestra esperanzada por las ocasiones en las que el Lionel entrenador ha asegurado que está deseando hacerse con los mandos del Deportivo.