Tras los meses de confinamiento y la progresiva vuelta a los entrenamientos, el fútbol regresó a España en junio. Y lo hizo a modo de maratón, con un ritmo de un partido cada tres días. Para el Deportivo, el mes se saldó con cuatro empates y dos triunfos. Aunque con precaución, este bagaje invitaba a la afición herculina a soñar con la salvación antes del tramo definitivo.
Tres meses después de su último encuentro, el Dépor volvía a la competición el 14 de junio con la visita del Sporting de Gijón. El duelo se disputó en un Riazor completamente vacío, algo que por aquel entonces llamaba la atención pero a lo que tristemente se tuvieron que acostumbrar las aficiones de todo el planeta. El choque ante los asturianos fue plano, con ambos equipos notando la falta de ritmo competitivo y un marcador que no se movería en los 90 minutos.
Aunque con sendos empates, los dos siguientes encuentros fueron totalmente distintos. Primero, con un 2-2 frente el Oviedo tras un muy mal arranque. Poco antes del descanso, los azulones mandaban por 2-0, con Abdoulaye Ba haciendo aguas en defensa y Çolak marrando un penalti. Sin embargo, Merino y Peru rescataron un punto para el Deportivo. Más emoción incluso tuvo el encuentro ante el Rayo Vallecano (3-3), que fue un resumen perfecto de la temporada blanquiazul. Inicio espantoso, con regalos atrás y dos goles antes de la media hora. Cambio de fichas, reacción y empate por la vía rápida. Y al final, un penalti por banda y una remontada frustrada por una acción inocente y pitada con demasiada rigurosidad.

Dos triunfos para tomar aire
En la jornada 34, el Deportivo era 18º, con los mismos puntos que el primer equipo en zona de descenso. Dos partidos después, el equipo se ponía 16º y gozaba de un colchón de 3 puntos. Esta mejoría fue posible gracias a dos victorias consecutivas ante Elche y Ponferradina. Ante los ilicitanos, el Dépor sobrevivió jugando una hora con 10 para ganar con el primer gol blanquiazul de Hugo Vallejo. Cuatro días después, el Deportivo se veía en una inmerecida desventaja ante la Ponferradina cuando el partido entraba en su tiempo de descuento. Un gol en propia y una diana de Çolak dieron la vuelta al marcador en escasos instantes.
El conjunto herculino despidió junio visitando al Tenerife. Como ante el Rayo, Mujaid vio como le pitaban un penalti que seguramente hubieran perdonado a un futbolista más veterano. De nuevo en el descuento, Aketxe hizo justicia con un zurdazo imparable. Quedaban cinco partidos. Había muchos motivos para creer. Y había muy pocos para no hacerlo.