Richard Barral ha concluido su segunda etapa como director deportivo del Dépor. Este sábado, desde la Plaza de Pontevedra anunciaban que tanto el club como Barral habían «acordado poner punto final a su vinculación contractual”.
Tras una primera etapa que fue de 2015 a 2018, Richard Barral regresó al Deportivo para el mercado de invierno del curso 19/20. Aunque su vuelta se hizo oficial a mediados de enero, poco después de la toma de posesión de Fernando Vidal, lo cierto es que Barral desempeñaba desde días antes parte de las funciones de director deportivo. Así, el traspaso de poderes fue completo tras la destitución de su predecesor, Carmelo del Pozo.
Arrancó rápido ese mercado invernal para el Dépor, que ya en diciembre había firmado los retornos de Fernando Vázquez y Emre Çolak. Desde el primer instante, la inyección de moral de ambas incorporaciones fue clave para levantar a un equipo hundido en la clasificación de Segunda. Con el cambio de año llegaba Sabin Merino, que firmó el mejor arranque goleador de la historia blanquiazul para ayudar al equipo a salir del pozo. Uche Agbo, Claudio Beauvue y Hugo Vallejo fueron los siguientes refuerzos, contando todos ellos con cierto protagonismo. Y ya en el último día de mercado, llegaba Keko Gontán para completar la zona de creación. Además, la vuelta de Koke Vegas al Levante obligaba a traer cedido al portero Jovanovic.
En sentido contrario, además del mencionado Koke Vegas, también tomaron la puerta de salida Beto da Silva, Samuele Longo, Lampropoulos y Borja Galán. De ellos, solo Galán se marchaba de manera temporal, pues salió cedido al Racing de Santander para volver al Deportivo tras el descenso a Segunda B de ambos planteles.
Los fichajes de Richard Barral para buscar el ascenso
Aunque, en líneas generales, los fichajes invernales de Barral mejoraron el nivel del equipo, su aportación no fue suficiente para evitar la pérdida de categoría. Tras una reacción que se apagó en el momento clave y el esperpento de LaLiga en el ‘Caso Fuenlabrada’, el Dépor caía a la división de bronce. Desde el primer momento, el objetivo parecía claro: regresar por la vía rápida al fútbol profesional. Así, Richard Barral se puso manos a la obra con fichajes para todas las líneas.
De este modo, en el verano de 2020 llegaron al Deportivo los porteros Carlos Abad y Lucho García. Para la zaga, los elegidos fueron Borja Granero y Héctor Hernández. En el centro del campo, se recuperó a Uche Agbo y se logró el regreso de Celso Borges. La zona de creación fue reforzada con Nacho González y Lara y, para la delantera, llegaban Rui Costa y Miku. El último día del mercado se afrontaba buscando un refuerzo final para la zaga y otro para la delantera. El primero fue Derik Osede, procedente del Numancia. Y para el ataque, aunque sonaban nombres como Szymanowski, finalmente el ‘fichaje’ fue el más inesperado. Tras sus constantes idas y venidas, Diego Rolan tenía por primera vez ficha con el Deportivo y semanas después haría su esperado debut.
El decepcionante arranque de campaña herculino, unido a las salidas de última hora de Rolan y Rui Costa, hacía deseables varias llegadas en enero para el Dépor 20/21. Sin embargo, finalmente el extremo Raí Nascimento fue el primer y único fichaje invernal. Los dorsales liberados por Rolan y Rui Costa, que pronto comenzarían a lucirse con sus nuevos equipos, los ocuparon los fabrilistas Villares y Rayco. El rendimiento del atacante fue más que correcto, mientras que el del mediocentro fue excepcional. Sin embargo, el Deportivo se quedaría fuera de la pelea por el ascenso.
Tras este intenso recorrido, Richard Barral se despide y el Dépor ya prepara otro año en Segunda B. Con nuevo presidente y tratando de firmar a su próximo entrenador, el equipo herculino tiene ahora en manos de Carlos Rosende su futuro en la parcela deportiva.