En el mundo del fútbol se suele decir que lo que sucede en el campo, se queda en el campo. No es la primera vez que tras una victoria rodeada de épica, polémicas y demás, el vencedor decide celebrar su victoria de forma elegante. En otras ocasiones, la adrenalina sube de más y sale todo lo contenido.
Salva Sevilla encarna lo que es el actual Mallorca. Un equipo que ha subido desde Segunda B y este año ha conseguido el ascenso a Primera tras superar al Deportivo. Un regreso con épica, ya que remontaron un 2-0 de Riazor, haciéndole tres a los hombres de Martí. Pero el jugador balear quiso cobrarse sus cuentas pendientes.
«Se rieron de nosotros en la zona mixta, me hacían gestos. Bueno, nosotros a lo nuestro. Ahora estamos en Primera, ahora ellos que estén otro año en Segunda«, explicó en declaraciones a la Ser. «Lo creíamos, y cuando crees las cosas de verdad, pues pasa esto. Había mucha tensión, nos jugábamos mucho. El Deportivo también era un gran equipo», palabra del capitán del Mallorca.
Abdón Prats también hizo lo propio, asegurando que el Deportivo se veía en Primera sin jugar el encuentro. «Nada se tiene que plantear antes de hora porque al final te dan un toque de humildad. Estas declaraciones seguro que no le gusta a mucha gente, pero lo que nos ha llevado hasta aquí ha sido la humildad y otros antes de empezar el partido creían que estaban en Primera. Ha habido muchos comentarios y muchas cosas han ocurrido entre cuatro, cinco o seis paredes».
El tiempo da y quita razones, y ahora mismo lo cierto es que el Deportivo estará en Segunda División un año más mientras que el Mallorca ha conquistado el cielo con dos ascensos seguidos de categoría. Ellos han cobrado sus deudas pendientes y a los herculinos les toca lamerse las heridas mientras piensan cómo rehacerse.