El “Caso Saúl” ha dado un nuevo giro, y todo apunta a que esta vez puede ser el último y definitivo capítulo de este largo proceso judicial. Según apunta la Cadena Ser, la Audiencia Provincial de Asturias ha estimado la demanda interpuesta meses atrás por el propio Saúl y ha condenado a Eugenio Botas, su representante por aquel entonces, a hacerse cargo del pago del millón de euros en concepto de indemnización que debe percibir el Valladolid. De esta forma el lateral blanquiazul ve despejado su horizonte judicial al quedar totalmente liberado de pago alguno a la entidad pucelana.
La Audiencia Provincial de Asturias considera a Eugenio Botas responsable del caso de duplicidad de contratos que vinculaban a Saúl con el Deportivo y el Valladolid, y por el cual hace dos años el futbolista había sido condenado por la justicia cántabra a indemnizar al cuadro pucelano con la citada cantidad. En dicho auto también figuraba la entidad presidida por Tino Fernández como responsable civil subsidiario, un responsabilidad de la que queda totalmente exonerada tras esta nueva sentencia.
De esta forma, el nuevo fallo da un vuelco al caso y viene a corregir la decisión adoptada en su día por el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, ya que condena a Eugenio Botas al pago de la correspondiente indemnización al Real Valladolid y también el de las costas de apelación. Además, el representante deberá resarcir al propio Saúl de las cantidades que ya le habían sido detraídas de sus nóminas en los últimos meses. Contra este pronunciamiento cabe recurso ante el Tribunal Supremo, aunque todo apunta a que Eugenio Botas no tiene intención alguna de recurrir, lo que de confirmarse, daría carpetazo definitivo al conflicto.
Para ir al origen del conflicto hay que retroceder cuatro años, concretamente al 29 de diciembre de 2014, fecha en la que el Deportivo anunciaba un acuerdo con el Racing de Santander para el traspaso del prometedor lateral zurdo. Días después el Valladolid demandaba al futbolista por duplicidad de contratos apoyándose en la existencia de un precontrato entre el jugador y la entidad pucelana. La Justicia acabó dando la razón a la entidad pucelana y fijó en un millón de euros la cuantía de la indemnización, lo que desencadenó en una serie de idas y venidas judiciales con el fin de determinar quien debería hacer frente al pago y que ahora parecen tocar a su fin.
Así pues, Saúl deja atrás este tortuoso proceso judicial por el cual había visto embargada gran parte de su nómina en los últimos meses y le había llevado a demandar a su anterior representante, al Racing de Santander y al propio Deportivo. Ahora, con el horizonte judicial completamente despejado, desaparece uno de los principales obstáculos que existían de cara a una posible renovación del futbolista, una de las grandes sorpresas en lo que va de temporada y cuyo contrato con el Deportivo finaliza el próximo mes de junio.