Hablar de una victoria del Deportivo en Los Cármenes implica viajar al pasado. A una etapa en la que un coruñés alternaba botas de fútbol y zapatos para comandar al equipo desde la medular y, a su vez, en el banquillo. Corría el año 1942, y Chacho ejercía como entrenador-jugador en un equipo en el que ya asomaba la cabeza un joven prodigio como Juan Acuña. Y su periplo, que sólo duró nueve choques, se inició precisamente ante un Granada que había debutado en la máxima categoría apenas una temporada antes y ya había tomado la medida a los herculinos endosándoles ocho tantos.
Fue con la apertura de telón del curso 42/43 cuando dicha tendencia vivió un efímero punto y aparte. Dos dianas de Paquirri y Caballero sirvieron para que el conjunto blanquiazul se apuntase la victoria sin saber que dicho resultado marcaría un antes y un después en la lista de enfrentamientos entre ambas escuadras en Primera División. Concretamente, un período de 72 años de sequía en el feudo nazarí, durante el cual los nueve vis a vis de andaluces y gallegos se saldaron con seis triunfos locales y tres empates.
La tradicional indigestión del Deportivo al pie de Sierra Nevada estuvo cerca de quedar atrás en el curso 12/13, con el portugués Nélson Oliveira como protagonista. El ariete luso había sustituido a Riki en el primer tercio de encuentro y anotó gol en su primera jugada sobre el césped. Ya en la segunda mitad, llegó a perforar una vez más la meta defendida por Toño, pero el tanto fue anulado por el colegiado, que no llegó a apreciar si el esférico había traspasado el arco previo toque en el larguero. A continuación, Floro Flores certificó la igualada en el marcador.
Las tablas de aquella cita dieron continuidad a una racha negativa que Rochina y Babin mantuvieron la campaña pasada pese al tanto inicial de Iván Cavaleiro. Este sábado, los hombres de Víctor Sánchez del Amo -situados en la sexta plaza de la clasificación- buscarán dejarla en el baúl de los recuerdos.