Entre los tres futbolistas cedidos por el Deportivo esta jornada hubo un nombre que destacó por encima del resto, Álex Bergantiños. El coruñés dio un recital y se erigió como el mejor jugador del partido en el triunfo de su equipo ante Osasuna. También repitió titularidad Saúl, aunque con muy distinto resultado, mientras que Róber asistió desde la banda a una nueva derrota del Levante.
El Levante hace saltar todas las alarmas. (Levante 0-2 Betis)
El Levante sigue en caída libre. Ha consumido todo el colchón que poseía sobre los puestos de descenso de los que tan solo les separa ya un punto y solo la inoperancia de sus inmediatos perseguidores explica que aún no ocupe uno de ellos. Los granotas gozaron de las mejores ocasiones durante el primer tiempo, pero no encontraron el camino del gol y lo acabaron pagando tras la reanudación. El Betis acrecentó su dominio y no tardó en abrir el marcador, todo un mazazo para la endeble moral de un conjunto levantinista que se vino abajo por completo y acabaría encajando un nuevo y definitivo tanto pocos minutos después que certificaba la derrota (0-2), un resultado que deja en una situación crítica a un Juan Ramón López Muñíz cuya continuidad pende de un hilo.
Al igual que ya ocurriera en la anterior jornada, Róber presenció la derrota de su equipo desde el banco de suplentes y no tuvo la ocasión de saltar al terreno de juego.
El Sporting no falla en El Molinón. (Sporting de Gijón 2-0 Osasuna)
Resulta difícil encontrar un equipo que presente dos caras tan diametralmente opuestas como las que está ofreciendo el Sporting de Gijón durante esta campaña. Inoperante y plano a domicilio e intratable en El Molinón, esta jornada tocó esto último al derrotar con suficiencia y absoluta justicia a un rival directo como Osasuna (2-0). Un gol nada más comenzar puso el choque de cara a los asturianos, dominadores de principio a fin y que darían carpetazo el encuentro con un nuevo tanto a falta de un cuarto de hora para la conclusión. Sexta victoria consecutiva en casa para los de Rubén Baraja, lo que unido al resto de resultados de la jornada los sitúa a las puertas de los puestos de playoff.
Una auténtica exhibición. Esa es la mejor forma de resumir y definir el tremendo partidazo que se marcó Álex Bergantiños frente a Osasuna. En todo momento fue quien mejor supo leer el partido y ejerció de amo y señor de la medular desde los primeros compases. Pero según avanzaba el encuentro acrecentó ese dominio y lo hizo extensible a zonas más avanzadas hasta el punto de convertirse en el auténtico comandante del juego de su equipo. Imperial al corte y en la anticipación, fabricó el segundo tanto sportinguista con un robo y la posterior asistencia a Michael Santos con un envío preciso en profundidad que lo dejó mano a mano ante el portero. Por si todo eso fuera poco también se asomó al área rival en más de una ocasión e incluso acarició el gol con un disparo raso pegado a la cepa del poste que el guardameta rival evitó con una gran estirada.
El Numancia pincha en el Carlos Belmonte. (Albacete 1-0 Numancia)
El Numancia es otro de los equipos que más está sufriendo en los últimos tiempos cada vez que afronta un compromiso lejos de su feudo. En está ocasión fue incapaz de sacar algo positivo en su visita al Albacete, un conjunto que supo rentabilizar a la perfección el gol anotado por el exfabrilista Aridane en los compases iniciales del enfrentamiento (1-0). Los de Jagoba Arrasate tardaron en reaccionar y cuando lo hicieron sus aproximaciones se toparon de lleno con la solidez defensiva de los manchegos. Pese a esta derrota los rojillos siguen ocupando puestos de playoff pero ya solo con un punto de ventaja sobre su más inmediato perseguidor, precisamente el Sporting en el que milita Álex Bergantiños.
Saúl no solo mantuvo su condición de titular sino que confirmó el buen momento de forma que atraviesa firmando otra buena actuación, en esta ocasión en un escenario como el Carlos Belmonte. A parte del empuje inicial y alguna que otra acción puntual posterior, no estuvo demasiado exigido en defensa, algo que poco a poco le permitió ganar presencia ofensiva por el costado izquierdo. Más allá de los habituales balones colgados, también intentó romper la férrea estructura defensiva del rival con algún pase entre líneas que a punto estuvo de llegar a buen puerto e incluso se animó a pisar el área rival y acarició la igualada con un remate de cabeza en el primer palo que puso en serios aprietos al portero.