‘Adelante’ analiza al brillante Lugo de Quique Setién, que a partir de una de las economías con menores recursos de la categoría pelea por entrar entre los grandes de Segunda y sueña con llegar a la élite.
El Deportivo recibe a un CD Lugo que llega a Riazor acompañado de unos 2.000 aficionados para tratar de auparse como el primer equipo gallego de la categoría. El conjunto de Setién, quinto clasificado con 25 puntos, a cuatro de los herculinos, viaja a tierras coruñesas en un buen momento, ya que antes de la derrota en la última jornada ante el Sporting había encadenado seis jornadas sin perder.
Horizonte. El objetivo ha cambiado. La permanencia ya no es el límite.
El conjunto rojiblanco arrancó la actual Liga Adelante con la premisa de alcanzar cuanto antes los 50 puntos que le asegurasen la permanencia, aunque sin hacer ascos a metas mayores, sobre todo después de la undécima plaza que lograron en su regreso a la categoría de plata el pasado curso. Pero un inicio por encima de las expectativas y el fútbol más vistoso de Segunda División han aupado a los de Setién como uno de los favoritos para finalizar la campaña en puestos de ascenso directo. Futbolistas como Ernesto, Pablo Sánchez o Vincenzo Rennella le han dado a la plantilla gallega el salto cualitativo que necesitaba.
El míster. Quique Setién. En Lugo ha encontrado su sitio.
Al igual que hay jugadores que, por unos motivos u otros, hasta la treintena no alcanzan su mejor nivel futbolístico, también hay entrenadores que tardan más de lo normal en poder demostrar todos sus conocimientos tácticos y su capacidad para gestionar grupos. Esto es lo que le ha sucedido a Quique Setién (21/09/1958), uno de los técnicos más veteranos en la actual Segunda División, pero también uno de los mejor valorados en la actualidad.
Es cierto que su debut como primer entrenador en la campaña 2001/2002 fue brillante, ya que logró el ascenso del Racing de Santander a Primera División, siendo al mismo tiempo el director deportivo del club cántabro. Desde entonces, más bajos que altos en su trayectoria, con situaciones extradeportivas complicadas y ceses en el Poli Ejido y en el CD Logroñés, y un periplo poco fructífero al mando de la Selección de Guinea Ecuatorial. Pero todo cambió con su llegada a Lugo en el verano del 2009, cuando empezó a potenciar todas sus cualidades. En la ciudad gallega arrancó un proyecto a largo plazo junto a su director general, Carlos Mouriz, que ha terminado con el Lugo siendo uno de los equipos destacados de Segunda División gracias a su fútbol asociativo y a su fortaleza como bloque.
El crack. Carlos Pita. El one club man que pudo ser y no fue.
El coruñés, compañero de generación de Álex Bergantiños y más precoz que el de la Sagrada en su debut con el primer equipo, no tuvo la misma suerte que el actual ‘4’ blanquiazul para triunfar en el equipo de su tierra, y después de marcharse al filial del Valencia (2008/2009) con menos éxito del esperado, se buscó las castañuelas en la Segunda División B. Primero, en la campaña 2009/2010, se ganó el puesto en el CD Guadalajara para, al año siguiente, fichar por el Lugo, en el que ha sido desde entonces uno de los grandes emblemas para la afición del Anxo Carro.
Carlos Pita (8/12/1984), centrocampista equilibrado y de buen tono físico, destaca por su buena colocación sobre el verde, su facilidad para combinar en la medular y su capacidad de dar equilibrio a su equipo. En el Lugo no hay otro como él y es indispensable en el esquema de Setién.
Un momento histórico. El último ascenso. La consolidación de un proyecto.
Tras caer el curso anterior en los playoff de promoción a Segunda División ante el CD Alcoyano, el Lugo logró en la campaña 2012/2013 regresar a la categoría de plata 20 años después de su anterior ascenso, eliminando en la tanda de penaltis al Cádiz. Ese tanto supuso la consolidación del proyecto a largo plazo iniciado tres cursos atrás por Setién y Mouriz, basado en una política de ojear mucho y fichar barato que ha dado mejores resultados de los previstos en muy poco tiempo.
Una leyenda. Manu. Un gol que lo cambió todo.
Criado en las categorías inferiores del Ourense, el lateral de 29 años es uno de los futbolistas más emblemáticos de la historia del Lugo. Primero, por sus cualidades para rendir siempre a un nivel alto en la banda izquierda blanquiazul; segundo, por ser el jugador de la actual plantilla que más tiempo lleva en el Anxo Carro: siete temporadas contando con la actual; tercero, por ser el capitán; y cuarto, por haber marcado uno de los goles más importantes en la historia del club lucense, la pena máxima definitiva en la tanda de penaltis por el ascenso ante el Cádiz hace dos campañas. Su continuidad es admirable, ya que ha disputado más de 40 partidos en cada una de las últimas tres temporadas, lo que ha desatado el interés de varios equipos de Segunda División. Por de momento, Manu se queda en Lugo.
Una curiosidad. El equipo con más exdeportivistas. Cuatro visten ahora de rojiblanco.
El Lugo es, junto al Getafe, el equipo que cuenta en la actualidad con el mayor número de jugadores que militaron en el Deportivo. En total, son cuatro los hombres que algún día vistieron la casaca blanquiazul: Dani Mallo, Carlos Pita, Iván Pérez y Pablo Álvarez.