‘Adelante’ se despide con un homenaje al campeón, después de analizar a sus 21 rivales. Hoy toca la Cara A.
El Deportivo regresa a Primera División tras haber hecho una Liga Adelante excepcional, en la que ganó por lo menos una vez a todos sus rivales, con la única excepción del Valladolid. Hoy, en la Cara A, ‘Adelante’ profundizará en las figuras y en las curiosidades del conjunto herculino durante el curso pasado. Un homenaje al indiscutible campeón.
El ‘míster’. José Luis Oltra. Trabajo meticuloso, resultados garantizados.
El técnico valenciano llegó al equipo blanquiazul tras dos decepciones en Tenerife -con el que descendió después de lograr el ascenso a Primera- y en el Almería -donde no empezó ni acabó la temporada-. Bajo la fama de entrenador con gusto por el buen fútbol y después de una exhibición en Copa del Rey ante el Dépor de Lotina, Lendoiro no dudó en su elección y el valenciano fue el elegido para comandar la nave herculina.
Oltra trabajó de forma minuciosa desde la pretemporada, en la que repartió los mismos minutos –alrededor de 400- entre todos sus hombres. Tras un inicio dubitativo, consiguió que sus hombres desplegasen momentos de gran fútbol y desarrollasen una solidez defensiva que finalmente los auparía a un título incuestionable. Ahora, su reto es consolidarse en la máxima categoría.
El ‘crack’. Juan Carlos Valerón. Y el fútbol volvió a nacer.
El técnico deportivista le dio al canario los galones para lograr el objetivo. El ‘Flaco’ respondió como siempre y donde siempre, en el campo. Como enganche, el de Arguineguín desplegó toda su magia y dio rienda suelta a todos sus recursos técnicos para volver a enamorar al fútbol español. El auténtico faro de la plantilla gallega obligó a muchos equipos de la Liga Adelante a colocar hasta tres hombres en torno a él. Cuando no apareció, los herculinos sufrieron.
El dato. 91 puntos y 29 victorias. Los coruñeses batieron todos los récords.
Nada que reprochar al curso que realizó el Deportivo. Sus números son indiscutibles y han superado todos los registros históricos de la categoría de plata. 18 victorias como local, 29 en total y 91 puntos son el resumen perfecto de una temporada de ensueño. Con un hambre enorme de ganar, propiciada por la incansable persecución y el extra de motivación de sus rivales, los blanquiazules estuvieron intratables, sobre todo en su estadio, en Riazor, donde solo perdieron un encuentro de un total de 21.
Un momento histórico. 19 de mayo de 2000. ¡Cómo olvidarse que el Dépor fue campeón!
Tan solo siete equipos en toda la historia han conquistado el trofeo más preciado del fútbol español: la Liga. El Dépor fue el último en unirse a la lista, tras una excepcional campaña con Jabo Irureta en el banquillo en la temporada 1999-2000. En ese momento, el club coruñés se cobró una deuda que llevaba seis años pendiente, desde que Djukic falló aquel penalti. Songoo era el defensor de la portería, Naybet el referente de la zaga, Djalminha ponía la magia y Makaay anotaba los goles en un equipo histórico que entró en ese momento en el ‘Libro de Oro’ del fútbol español.
Una leyenda. Mauro Silva. Desde Brasil.
Llegó al Deportivo, casi por casualidad, en 1992. Cuentan que Lendoiro no le quería a él, sino a uno de sus compañeros. Pero lo ficharon a él. También llegó Bebeto. Y el Dépor pasó casi inmediatamente de la zona baja de la tabla a la zona alta. Se mantuvo década y media en la plantilla, los quince años más exitosos de la entidad coruñesa. Es imposible mencionar las heroicas herculinas sin hablar de él. Los que le vieron jugar contarán a sus nietos que era el pilar sobre el que se edificaron las estructuras de Arsenio y de Jabo. Que nunca perdía la posición. Que nunca le robaron un balón. Que una vez metió un gol.
Una curiosidad. El equipo ascensor. Una década de intercambios.
Durante algún tiempo, el Dépor fue conocido en España como el equipo ascensor. Y es que probablemente ostente un récord en el fútbol nacional difícil de repetir. Desde 1961 hasta 1971 solo se mantuvo en la misma categoría una vez. Cinco ascensos intercalados con cinco descensos hacían que el Dépor bailase continuamente entre Primera y Segunda. No encontraba su categoría. La ‘División de Plata’ le quedaba pequeña -fue 1º durante cuatro veces consecutivas-, pero no se adaptaba a la mejor categoría.