El gol de Aythami el pasado domingo fue todo un jarro de agua fría para el Deportivo y vino a constatar el delicado momento, tanto de juego como de resultados, que atraviesa el equipo dirigido por Natxo González. Técnico y jugadores reconocen públicamente su preocupación ante el bache en el que está inmerso el equipo y que, una vez finalizada la jornada, le ha situado a una distancia de 7 puntos con respecto a los puestos de ascenso directo.
Sanciones, lesiones de jugadores clave, el estado físico de la plantilla, mala planificación durante el pasado mercado invernal… muchos son los factores que están pudiendo incidir en este bajón, pero hay una circunstancia que se viene repitiendo desde el inicio liguero y que se ha convertido en una auténtica sangría que amenaza con echar por tierra las opciones de los herculinos de luchar por el ascenso directo, los goles encajados en el tramo final de los partidos.
Con 22 goles encajados, el Deportivo es el tercer equipo menos goleado de la categoría tras Granada y Málaga, unos registros que por sí solos invitan al optimismo. Sin embargo, si analizamos el momento en el que estos se han producido resulta preocupante ver que más de la mitad han llegado en el último cuarto de hora de juego. Concretamente, 12 de los 22 goles recibidos han sido en el tramo decisivo de los partidos, y lo que es peor aún, 9 de ellos con incidencia directa en el resultado final.
El primer revés llegó en el estreno liguero en Albacete con un penalti a falta de cinco minutos que impidió la victoria de los blanquiazules. La historia se repitió en Tenerife en una acción a balón parado en el último minuto de la prolongación y fue un calco de lo ocurrido semanas después en el polémico duelo ante el Córdoba. Entre medias el Deportivo también encajó un gol en el descuento frente al Granada, aunque en esa ocasión no puso en peligro la victoria de los de Natxo González.
Almería, Numancia, Cádiz por partida doble y Mallorca fueron los otros cuatro conjuntos que, durante la primera vuelta del campeonato, supieron sacar partida de la debilidad del Deportivo en los compases finales, en el caso de los sorianos con el agravante que supone el desperdiciar una renta de dos goles en Riazor.
Sin embargo, lo que debería ser una excepción ha pasado a convertirse en algo habitual en el coliseo blanquiazul ya que los tres últimos compromisos como local han seguido el mismo patrón. Primero fue el Nástic el que igualó la contienda en el minuto 83, después el Alcorcón hizo lo propio en el 86, y Aythami fue un paso más allá al anotar el tanto de la victoria de la UD Las Palmas también en la recta final del encuentro.
Así pues, 12 goles encajados en último cuarto de hora de los partidos que se traducen en la friolera de 16 puntos menos en el casillero del Deportivo. Un lujo que no se puede permitir ningún equipo cuyo objetivo sea el de pelear por las plazas de ascenso directo, y al que Natxo Gonzalez tendrá que buscar remedio de cara al decisivo tramo final de temporada.