Todo hacía presagiar que el primer partido del año 2017 para el Deportivo acabaría con una derrota y el pase a cuartos de final de la Copa del Rey muy cuesta arriba. Sin embargo, a escasos segundos de que el colegiado indicase el camino hacia los vestuarios un balón colgado al área rival fue cabeceado por Joselu, estableciendo así la igualada definitiva en el electrónico. El Deportivo había vuelto a hacer gala de su poderío en el juego aéreo.
En los últimos años el cuadro herculino no ha sido quien de sacar demasiado rédito a este tipo de acciones, y menos aún si cabe a las acciones a balón parado. Pese a los múltiples cambios en el banquillo ninguno de los entrenadores fue capaz de dar con el remedio y revertir los pobres números de los blanquiazules, y lo que en un principio era visto como un punto débil acabó convirtiéndose en poco menos que un mal endémico objeto incluso de múltiples críticas por parte de la afición.
Sin ir más lejos, durante la pasada campaña el cuadro herculino tan sólo fue capaz de anotar cinco goles de cabeza en todo el campeonato, uno de los peores registros entre los equipos de Primera División. Álex Bergantiños, Juanfran, Borges y Arribas en dos ocasiones fueron los únicos jugadores que vieron puerta.
Sin embargo, con la llegada de Garitano el Deportivo ha experimentado una notable mejoría en esta faceta del juego, hasta el punto de convertirla en una de sus mejores virtudes. Los números dan buena fe de ello y ponen de manifiesto que el juego aéreo se ha convertido en una de las principales armas ofensivas de los blanquiazules.
Cuando la temporada 2016/2017 aún no ha llegado a su ecuador, la escuadra herculina ya ha superado los registros de la pasada campaña y suma un total de siete goles de cabeza, todos ellos en Liga salvo el anotado por Joselu el pasado martes ante el Alavés en la ida de los octavos de final de Copa. Y ello a pesar de que el primero de ellos no llegó hasta la jornada 9, cuando Albentosa establecía la igualada momentánea en Balaídos con un espléndido testarazo tras una falta lateral.
A partir de entonces el Deportivo ha hecho de la cabeza poco menos que un estilete y hasta cinco jugadores han sido capaces de anotar algún gol fruto de un testarazo. A Raúl Albentosa se sumó Emre Çolak contra el Valencia, Babel y Andone por partida doble y el último de ellos Joselu ante el Alavés.
Así las cosas, el Deportivo parece haber encontrado en el juego aéreo un auténtico filón que, en caso de ser capaz de seguir rentabilizando de esta manera, a buen seguro que acabará traduciéndose en una buena suma de puntos en su carrera en búsqueda de garantizar la permanencia en la Liga Santander una temporada más.