El actual entrenador del Deportivo se convirtió en héroe para los blanquiazules en la temporada 2000-2001 al anotar un doblete en el estadio culé y darle la victoria a los coruñeses.
17 de febrero de 2001. A bote pronto, parece una fecha más, pero seguro que no lo fue para Víctor Sánchez del Amo ni para la parroquia deportivista. Aquel día, el conjunto gallego logró conquistar el Camp Nou en un partido frenético y cuyo resultado no se cerró hasta el suspiro final. Ese día, el encargado de dirigir actualmente el banquillo de Riazor tuvo un papel protagonista en una de las noches más épicas de la historia del club.
Los hombres de Javier Irureta aterrizaron en Barcelona tras haber sido campeones de Liga la campaña anterior, y con la intención de vencer en uno de los estadios más complicados de España. El choque se puso de cara tras adelantar Djalminha a los herculinos con un zurdazo desde fuera del área en el minuto 5, pero hubo que pelear hasta el final. Un penalti transformado por Rivaldo permitió a los catalanes igualar el marcador, y todo comenzó a complicarse. Pasada la media hora los locales hicieron el segundo gol y remontaron gracias a un remate de cabeza del hoy técnico del Barcelona Luis Enrique.
Pero no era aquel Deportivo una escuadra acostumbrada a bajar los brazos, y en la segunda parte, un buen pase de Djalma habilitó a Víctor para que el madrileño batiese a Reina desde fuera del área con su pierna izquierda. Con el duelo igualado, en el minuto 89 el colegiado señaló una falta muy pegada al borde del área. Mauro Silva engañó a la barrera con un sutil pase al actual preparador del Deportivo, y éste anotó su segundo tanto con un zapatazo imparable para el meta blaugrana que supuso el 2-3 y llenó de euforia a todo el deportivismo.
Ahora, el que fue héroe y protagonista sobre el césped, tendrá la misión de comandar al Deportivo desde el área técnica y de tratar de sacar un resultado positivo en Barcelona que permita garantizar la continuidad en la Liga BBVA.