El Deportivo continúa esperando por Jonathan Rodríguez. El atacante uruguayo, que acumula 549 minutos en los doce encuentros que ha disputado, todavía no sabe lo que es marcar un gol con la elástica blanquiazul y sigue siendo el único ariete inédito, tras la diana de Oriol Riera en San Mamés.
El punta de Florida, curiosamente, firmó uno de sus mejores partidos en el derbi en Riazor ante el Celta. En sus botas estuvo el 2-0 cuando, tras una gran asistencia, se fue de la zaga celeste y coló el balón entre las piernas de Sergio Álvarez. Su disparo se fue por encima del larguero pero levantó al público de la grada.
La lesión de Luis Alberto le abrió las puertas de la titularidad a un Jona que se descubrió como un jugador bullicioso, al que no le importaba ir a buscar el balón, y con velocidad para encarar en el uno contra uno. No obstante, con el paso de las jornadas y, sobre todo con la vuelta del andaluz, su presencia se fue poco a poco diluyendo en la pizarra de Víctor Sánchez del Amo. El futbolista uruguayo es ahora un plan B, un revulsivo para los minutos finales.
Este sábado el Deportivo rinde visita al Celta. En este tipo de encuentros en ocasiones se destapan protagonistas inesperados. En la ida aunque marcó Lucas Pérez, erró Nolito un penalti, no estuvo acertado Iago Aspas y el tanto blanquiazul lo marcó en propia puerta Jonny. ¿Será este encuentro el de la redención de Jona o volverá a vivir la totalidad de la contienda desde el banquillo? El Deportivo sigue esperando por él.