A estas alturas de la temporada y con el Deportivo último en la clasificación, todas las cuentas que podemos hacer reflejan la exigencia máxima que tiene el equipo para no descender. Con 15 puntos y a 7 de los puestos de salvación en Segunda, ya no queda margen para tropiezos. Por ello, el reto que enfrenta la plantilla tras el regreso de Fernando Vázquez se escribe con mayúsculas. Los 48 o 50 puntos que cuesta la permanencia significan que el técnico necesita sus mejores números de una segunda vuelta.
En su primera etapa en el banquillo del Dépor, que ya analizamos en Riazor.org, el de Castrofeito vivió dos situaciones muy diferentes. A su llegada en 2013, el equipo se encontraba en una posición similar a la actual, pero en Primera. El Dépor había consumido 24 jornadas de liga e iba último con 16 puntos, a 8 de la permanencia.
Fernando Vázquez no encontró la primera victoria hasta el quinto partido. Una vez lanzado, el equipo encadenó cuatro encuentros seguidos ganando. A pesar de ello, el Dépor terminó la temporada 19º con 35 puntos, a dos de la salvación. Al final, fueron 6 puntos recortados en 15 partidos. Este año llega con más margen de maniobra y sólo un punto más lejos de evitar el descenso. Así que, podría incluso no depender de un golaveraje que en la primera vuelta ha quedado muy debilitado.
En Segunda, aprobado raspado
La situación del Deportivo que dirigió en Segunda Fernando Vázquez fue radicalmente distinta a la del año anterior. El técnico consiguió mantener al equipo en puestos de ascenso directo desde la jornada 13 hasta el final. Rescatando los números de esa temporada, en la segunda vuelta sumaron 33 puntos. Al Dépor actual lo dejaría con 48, sin tener en cuenta las dinámicas completamente diferentes de ambos equipos. La permanencia podría ser muy justa y dependería de los rivales.
Tras su destitución en A Coruña, Fernando Vázquez volvió a entrenar en Segunda al Mallorca en la 2015/16. Igual que en su regreso al Deportivo, cogió al equipo en descenso justo al inicio de la segunda vuelta. Los baleares contaban ya con 20 puntos y les bastaron 29 más para salvarse. La temporada siguiente, el de Castrofeito duró sólo 17 partidos en un Mallorca que dejó en puestos de permanencia con 19 puntos y que terminó bajando a 2ªB. Ni las mejores cifras de su etapa en la isla serían suficientes para este Dépor.
Un precedente esperanzador
El mejor precedente lo tenemos que recoger del paso de Fernando Vázquez por el Celta. En la temporada 2004/05, el de Castrofeito firmó una segunda vuelta esperanzadora para las aspiraciones actuales del club herculino. Su equipo consiguió sumar 42 puntos en 21 jornadas y ascendió directo a Primera. Esa cantidad llevaría al Dépor de hoy hasta los 57, que se traducirían en una salvación holgada.
De nuevo, cabe recordar las distintas dinámicas entre ese momento y el actual. Aquel Celta ya tenía 8 victorias en su haber en el ecuador de la competición. Pero es que, además, la temporada siguiente el nuevo técnico deportivista llevó a los celestes a conseguir 34 puntos en la segunda vuelta. Incluso con 2 jornadas menos, estos números podrían servir al Dépor actual para conseguir la permanencia con 49.
Antecedentes previos
En los últimos 20 años, Fernando Vázquez estuvo al mando de algún equipo 12 temporadas. En este periodo, el técnico no completó otras segundas vueltas que despierten la esperanza hoy en día. Sus números en el Valladolid, Rayo Vallecano, Las Palmas y Mallorca en Primera serían insuficientes para el Dépor, aún entendiendo que el contexto es completamente diferente.
Sólo permite soñar con la salvación la primera vuelta de la 2000/01, en la que dirigió en Segunda a un Betis de ascenso. Consiguió 39 puntos en 21 jornadas, aunque fue destituido 8 partidos después. Sumados a los 15 conseguidos por Anquela y Luis César, serían 54, más que suficientes para la salvación.
Con la mirada puesta ya en el mes de mayo, existen motivos y precedentes que permiten aferrarse a la idea de que la permanencia está al alcance. El relevo en la cúpula del club, la inyección de moral de los dos últimos triunfos y los ansiados refuerzos del mercado invernal son también incentivos para el equipo. Fernando Vázquez tiene la misión de hacer valer las virtudes de esta plantilla, aunque los números dibujen un panorama que se hace cuesta arriba.