Desde Riazor.org queremos dedicar unas lineas a la gran actuación de nuestros paisanos en la mayor competición deportiva del planeta, los Juegos Olímpicos. Un oro, dos platas y un bronce adornaron el palmarés gallego en Londres.
Para los amantes al deporte, los Juegos Olímpicos son lo máximo. Ningún otro evento recoge la magia que desborda en cada competición, ya que los ojos de todo el planeta miran sin pestañear cada una de las pruebas que componen el calendario olímpico. Con el telón de Londres 2012 echado, Riazor.org quiere hacer un pequeño homenaje a los atletas que hicieron que Galicia fuese protagonista en una cita de tal magnitud.
Sofía Toro y Tamara Echegoyen (oro en Elliot 6m)
Pocos, por no decir nadie, apostaban por ellas. La ourensana Tamara Echegoyen como patrona y la coruñesa Sofía Toro y la asturiana Ángela Pumariega como tripulantes, sí. Ellas fueron las que creyeron en sus posibilidades desde que se juntaron hace tres años y formaron un equipo único, el llamado por ellas mismas ‘chiquitas team’ ¿La razón? Su peso, ya que sus rivales tenían ventaja al tener más masa corporal, lo que hace que la embarcación tenga mayor facilidad para ir más rápido. Pero a talento no les ganó nadie.
Completaron una buena primera fase venciendo ocho regatas y perdiendo solo tres, clasificándose para cuartos como terceras. En la primera eliminatoria, siempre al mejor de cinco, el triunfo por 3-0 ante Francia hacía vislumbrar las medallas, pero sus tres compañeras de semifinales precisamente eran las tres embarcaciones que las habían derrotado en la primera fase. Pero, ¿quién dijo miedo?
El momento crítico llegó en esa misma ronda ante Rusia. Con 1-1 en el marcador, la falta de viento podía eliminar a las españolas, ya que en ese caso el reglamento decía que ganaba el mejor clasificado en la liguilla. Finalmente se pudo disputar una regata más, y se ganó con una remontada espectacular. En la final tocaban las invictas australianas, y en un duelo que tuvo de todo, el 3-2 final trajo la primera medalla femenina de la historia de Galicia en unos juegos. Pero no la última.
David Cal (plata en C-1 1000 metros)
Una frase bastaría para resumir lo que ha conseguido el de Cangas en estos Juegos. El palista se ha convertido en el deportista olímpico español más laureado de la historia, gracias a una nueva medalla de plata. Con ella acumula cinco, una de oro y las otras cuatro de plata. Y estamos seguros de que si estuviera en esta edición su otra distancia, los 500 metros, también habría conseguido presea.
La logró con sufrimiento, ya que a 250 metros del final era quinto y lejos de los puestos de honor. Sin embargo, un sprint descomunal lo llevó a la segunda posición y con la lástima de que la prueba no durase unos metros más, porque habría sido oro sin dudarlo. Ahora tiene ante sí un reto más, aunque todavía no ha decidido si ir a por él, el de conseguir una sexta medalla en Río. Apoyo para convencerlo no le va a faltar.
Javier Gómez Noya (plata en Triatlón)
El ferrolano nacido en Suiza se sacó la espina de los Juegos de Pekín. En 2008 era el gran favorito para el triunfo final, pero un desfallecimiento físico en los últimos kilómetros de la carrera a pie solo le permitió ser cuarto, la peor posición de todas, justo por delante de Iván Raña, posiblemente el gran precursor a nivel mediático de este deporte en España.
Esta vez los favoritos eran otros, los hermanos Brownlee, y el gallego supo jugar sus bazas a la perfección. Realizó una natación perfecta, saliendo en segunda posición, y en la carrera en bici siempre estuvo en cabeza. Salió de la última transición enganchado a los hermanos, los tres un mundo por delante de los demás, y se coló entre ambos para ponerlos nerviosos. El más joven, Jonathan, se descolgó, y Javi se pegó a Alistair hasta que ya no pudo más. Lo dio todo por una plata que le supo a gloria.
Begoña Fernández (bronce en Balonmano)
Una de las sorpresas agradables de los Juegos fue el papel de la selección de balonmano femenino, capitaneada por la viguesa Begoña Fernández. Ella es la líder tanto dentro como fuera de la pista. Es la que inicia el grito de guerra en cada corro y la que se pelea con las duras defensas rivales desde su posición de pivote. La pieza clave alrededor de la cual el engranaje de las ‘guerreras olímpicas’, como se les conoció, funcionó de forma que consiguió la primera medalla en unos Juegos.
Empezaron mal perdiendo claramente ante Corea y dejando escapar la victoria contra Francia, pero se recuperaron y llegaron con todas las opciones a los cuartos. Croacia sucumbió al espectacular encuentro de las de Jorge Dueñas, pero en semifinales Montenegro supo frenar en la segunda parte su producción ofensiva y las envió a luchar por el bronce frente al primer rival del torneo. Esta vez, y tras dos prórrogas agónicas, la suerte sonrió y llegó un bronce más que merecido.
Más gallegos
No solo por medallas vamos a recordar a nuestros deportistas en estos Juegos, ya que hay varios que se quedaron a las puertas o que realizaron una labor magnífica. Las lágrimas de Teresa Portela tras quedar cuarta en el K-1 200 metros, a apenas centésimas de la medalla, no empañan la gran labor de la canguesa. José Antonio Hermida, oriundo de Maceda pero mallorquín, también se quedó a un paso del podium por culpa de una inoportuna salida de cadena en la prueba de Mountain Bike.
Lejos de los primeros pero también destacadas fueron otras participaciones, como el puesto 26 de la lucense Alessandra Aguilar en maratón, las semifinales de la jovencísima pontevedresa Beatriz Gómez en los 200 metros estilos, o los dieciseisavos de final de la ferrolana Iria Grandal, de 21 años. Y para finalizar, un dato. La atleta de 16 años Ana Peleteiro, de Ribeira, ganó la prueba de triple salto del Mundial Junior (hasta 19 años) hace apenas un mes con 14,17 metros, una marca que le habría dado el noveno puesto en la final olímpica. No solo hay presente en el deporte gallego, también hay futuro.