Tras un ajetreado mes de septiembre, el Deportivo afrontaba octubre con un doble objetivo. Por un lado, dar los últimos retoques a la plantilla que competiría en la nueva temporada. Por otro, arrancar con bien pie un curso que en este mes dejaría sus dos primeros partidos oficiales. Tanto en un aspecto como en el otro, el club blanquiazul iba a encontrar numerosas piedras en su camino.
En lo que a fichajes se refiere, Derik Osede era la última incorporación para apuntalar una defensa que se había quedado coja tras la salida de Somma. Sin embargo, la gran novedad en el cierre del mercado no sería ni una llegada ni una salida, sino un jugador que se quedaba en Riazor. Tras varias semanas buscando destino, Diego Rolan contaba finalmente con una ficha en el Deportivo. Las negociaciones con Nîmes Olympique y Girondins de Burdeos no llegaron a buen puerto, por lo que el atacante se convertía en un sorprendente refuerzo para Fernando Vázquez. Desde la Plaza de Pontevedra no cumplieron su objetivo inicial, aunque semanas después Rolan comenzaría a demostrar todo lo que puede aportar al equipo.
Sobre el césped, Bergantiños y Pontevedra fueron los últimos conjuntos que se midieron al Dépor en pretemporada. El 18 de octubre, la competición daba comienzo con la visita a Riazor del Salamanca UDS. Además del estreno oficial del equipo, el encuentro también sirvió para que la hinchada blanquiazul volviera a su casa 231 días después. El choque, que los herculinos habían comenzado ganando con gol de Claudio Beauvue, no se resolvería hasta el último instante, cuando Bóveda aprovechó un centro de Gandoy para sellar el primer triunfo del curso.

Primera salida, primer tropiezo
Si bien varios rivales se apresuraron en destacar el favoritismo del Deportivo dentro del subgrupo, el equipo de Fernando Vázquez no tardó en quitarles la razón. En la segunda y última jornada disputada en octubre, los coruñeses viajaban a Santiago para enfrentarse al Compostela.
En un encuentro para olvidar, el Dépor firmó un empate a cero que bien pudo haber sido una derrota. Con este golpe de realidad cerraba el mes el Deportivo. En noviembre, llegarían otros cuatro choques que no harían sino confirmar que la Segunda B sería de todo menos un camino de rosas.