El Deportivo vive su mejor momento bajo el mando de Rubén de la Barrera. Al equipo le costó arrancar tras el cambio de míster y no fue capaz de vencer en sus cuatro primeros partidos. Sin embargo, con tres victorias en cuatro encuentros y pleno en los dos últimos, la situación ahora es completamente distinta.
Así, Rubén de la Barrera tendrá ante el Zamora la oportunidad de enlazar más de dos victorias consecutivas en liga regular. La última vez que lo consiguió (en ese caso fueron cinco triunfos) fue en 2017 y le sirvió para meter a la Cultural en el playoff de ascenso a Segunda. Y una vez ahí, aprovechó su dinámica positiva para deshacerse de Barça B y Lorca, finiquitando su salto a la división de plata.
En el otro lado de la balanza, mucho peor devenir siguió el míster la última vez que tuvo opciones de sumar una racha similar. En este caso, mucho más reciente, el gallego enlazaba dos triunfos y un total de siete choques sin caer a los mandos del FC Viitorul. Sin embargo, dos derrotas consecutivas (la segunda un duro 3-0 ante el Dinamo de Bucarest), pusieron fin a la aventura del técnico en el fútbol rumano.
Volviendo al presente, la buena dinámica en la que ha entrado el Dépor ha permitido a los blanquiazules cambiar por completo de objetivo en solo un mes. El 14 de febrero, cuando el Guijuelo visitó Riazor, el lobo del doble descenso asomaba las orejas en el horizonte herculino. El duelo se venció y la meta parecía clara: asegurarse un puesto por encima del séptimo y pelear por la PRO. Esta idea se vio aún más reforzada con la derrota frente al Racing de Ferrol, con el propio Rubén de la Barrera admitiendo que «era la última bala para estar entre los tres primeros». Hasta la nueva directiva quiso calmar a la afición ante el negro futuro que se atisbaba. “Pase lo que pase, el proyecto del Deportivo tiene la viabilidad garantizada”, aseguró Couceiro en su primera comparecencia como presidente.
Cinco días después de estas palabras del dirigente, el equipo daba un paso al frente imponiéndose al Pontevedra. Tras ello, el míster cambiaba su discurso de la «última bala» y respondía rotundo cuando le preguntaban por finalizar entre los tres primeros. «Claro que veo opciones, dependemos de nuestro rendimiento», sentenciaba. Y una semana más tarde, se aseguraba quedar fuera de los puestos de descenso y ganaba un extra de moral goleando al Celta B.
Tras todo ello, el Deportivo de Rubén de la Barrera afronta la última jornada con una aspiración impensable poco tiempo atrás. Con la combinación de resultados adecuada, los coruñeses finalizarían entre los tres primeros, asegurándose su presencia en la PRO y pudiendo soñar, por qué no, con el ascenso a Segunda División. Rubén ya conoce el camino.