Después de tan solo cinco encuentros, el canario suma ya una diana y tres asistencias. A pesar de sus 36 años es una parte fundamental en los planes de José Luis Oltra para pelear por el ascenso.
Nada más aterrizar en A Coruña, José Luis Oltra confirmó a Valerón como la piedra angular sobre la que iba a orbitar todo el fútbol ofensivo del equipo. Dicho y hecho, ya que el pasado fin de semana los herculinos se alzaron con una sufrida victoria contra el Sabadell gracias a los goles de Guardado y del canario. A pesar de sus 36 años, el mediapunta ya acumula tres asistencias y una diana entre Liga y Copa, en tan solo cinco partidos disputados.
Sin embargo, el buen momento del Flaco no viene de ahora. En los últimos compases de la temporada pasada, el ex técnico deportivista, Miguel Ángel Lotina, se vio obligado a recurrir a Valerón como medida desesperada para intentar salvar al club de un descenso que a la postre fue inevitable. El 3 de abril fue el día en el que el fútbol le dio una nueva oportunidad para marcar las diferencias. La víctima fue el Mallorca, que ganaba por 0-1 al descanso y vio como el 21 blanquiazul revolucionó el partido y regaló sendos goles a Xisco y Lassad.
Por aquel entonces, solamente había sido de la partida una vez, pero a partir de ahí se convirtió en titular indiscutible dando varias exhibiciones de control del juego, como por ejemplo en la remontada ante el Athletic de Bilbao, y acabó el año saliendo de inicio en nueve ocasiones. En lo que va de temporada, ya suma cuatro titularidades en otros tantos partidos, y todo ello sin haberse resentido de sus problemas físicos, como demostró el sábado en su galopada contra los catalanes para establecer el 1-0.
En cuanto a su faceta goleadora, si nos remontamos más atrás hasta el año 2005, Joaquín Caparrós ya le había pedido al futbolista que debía mirar siempre a portería puesto que el conocido como baby-dépor necesitaba algo más que sus asistencias. En apenas veinte choques, el mediapunta perforó la red en cuatro ocasiones e igualó su mejor registro anotador hasta que llegaron las fatídicas lesiones. Hace ya seis años de aquello y el segundo capitán del Deportivo continúa demostrando que todavía le quedan marcas por batir y sobre todo ganas de jugar.