El jugador gallego inicio el partido como centrocampista, con la lesión de Zé Castro ocupó el puesto de central y terminó ocupando la portería tras la expulsión de Aranzubia.
Tras la derrota de esta mañana del Deportivo ante el Levante (0-2), sin duda uno de los protagonistas fue Álex Bergantiños. El mediocentro coruñés siempre se ha caracterizado por su entrega y su esfuerzo sobre el campo, y ambas características han hecho que se adapte perfectamente a cualquier posición del terreno de juego, especialmente en aquellos puestos de carácter defensivo.
En esta ocasión, el canterano se vio obligado a retrasar su posición de pivote a la de central tras las lesiones de Marchena y Zé Castro, y acompañó al canario Aythami en el eje de la zaga. El de la Sagrada Familia no desentonó en absoluto en su rol como defensa, pero la gran noticia del choque vino en el minuto 69, cuando Dani Aranzubia salió de su área para tratar de frenar a Martins y vio su segunda cartulina amarilla. Oltra había agotado los tres cambios, y Álex Bergantiños no dudó en guardar la portería deportivista.
Por desgracia para él y para el Deportivo, no tuvo la oportunidad de demostrar sus dotes como guardameta, ya que el Levante solo lo puso una vez a prueba, y el balón se coló en la red tras un gran disparo de Barkero desde fuera del área que supuso el segundo y definitivo gol levantinista.
Por curiosa que parezca esta situación, no es la primera vez en los últimos años que un futbolista de campo blanquiazul se tiene que colocar como portero por exigencias del guión. Bergantiños se suma a una lista en la que figuran otros nombres como los de Donato, Flavio Conceiçao o Juan Rodríguez.