1. A veces me jode ser el más optimista de mi pandilla cuando hablo del Deportivo. Entro en el grupo de whatsapp de los amigos al término del encuentro contra la UD Las Palmas y todos son improperios contra el entrenador y los jugadores. Que si Víctor no se merece este banquillo, que si ya son demasiados partidos dando pena, que si estos jugadores no valen ni para Segunda. Mi escueto «pues yo creo que al menos el Dépor mereció empatar» torna de risa a enfado entre algunos de ellos, que no pueden entender que pueda extraer algo positivo del partido. Entiendo que la segunda vuelta está siendo terrible y que la gente se impaciente por el calendario, pero tengo tan claro que el Dépor se va a salvar que necesito decirlo. Insisto, me jode ser siempre el optimista, un día me gustaría a mí ser el que está enfadado. Pero hoy no será ese día.
Escribo a Jorge Cruz, compañero de prensa canario que estuvo en Riazor, para buscar opinión desde el otro bando. Pienso que quizás mi entusiasmo me ciegue porque tampoco encuentro complicidad en los comentarios de los deportivistas en las redes sociales. «Pero si nos libramos de mil ocasiones», me dice Jorge. «Escapamos de milagro, el 1-3 es irreal», añade. Más tarde leo a Quique Setién: «El Dépor hizo merecimientos para empatar, incluso para ganarnos. Unos días se te pone la suerte a favor y otros en contra», aseguraba el técnico del rival, poco sospechoso de querer aliviar la pena de la afición del Deportivo. Me agrada saber que ellos también pudieron ver algo positivo del encuentro de los blanquiazules.
2. Es cierto e innegable que la primera parte fue infumable para los aficionados del Deportivo, los aficionados de la UD Las Palmas y los aficionados del fútbol en general. Partido sin ritmo en el juego, sin oportunidades, con excesivos minutos de tanteo y con dos equipos más preocupados en tocar en horizontal que en vertical. Ninguno de los dos quería arriesgar porque, al fin y al cabo, el empate no les hacía daño.
3. Sí considero que en la segunda mitad el Dépor mejoró mucho y tuvo más oportunidades para marcar que su rival. No fue el mejor partido de la temporada, pero no creo que mereciese perder. Apretó la salida de la UD y comenzó a robar balones peligrosos que se convirtieron en ocasiones sobre la portería de Javi Varas, que tuvo al menos una intervención decisiva a tiro de Luis Alberto. El propio atacante andaluz tuvo dos clarísimas y Lucas estrelló un balón en el larguero, mientras que a los atacantes amarillos no se les recuerda haber perdonado ningún gol. Lo poco que tuvieron fue tan claro que era difícil fallarlo. El acierto, como apuntaron más tarde técnicos y jugadores, fue determinante.
4. Me detengo a comentar el gol de Lucas Pérez porque me parece excepcional, como otros muchos que ha marcado esta temporada, y que define a la perfección sus virtudes como delantero. Ya con la primera jugada perdida, Lucas sale del fuera de juego esperando que un compañero la vuelva a colgar. Lo hace Fernando Navarro con un balón muy bombeado y el coruñés comienza a correr antes que nadie y desde al menos un metro más lejos de la portería. Su control es prodigioso y la definición segura, aunque tenga que terminar la jugada con el pie derecho. El más listo de la clase.
5. El 1-1 le hizo mucho daño al Dépor, es obvio que los goles hagan mucho daño, pero los de Víctor no estaban pasando dificultades hasta que la UD empató. La acción fue rápida y desafortunada. El Dépor comenzaba un contragolpe, Cani no encontró a Lucas en la salida y Lemos recuperó el balón, que quedó dividido. Navarro y Araujo fueron a disputarlo y el lateral catalán despejó. Pero despejó mal y, en tres toques, Manu recogía el balón de la red. Control de Momo, brillante pase a la espalda de la defensa y toque sutil de Araujo al palo corto. Sin anestesia, sin esperarlo, el Dépor recibió un chispazo canario.
6. Con 1-1, aunque al Dépor le costó, volvió a dominar el juego -que no la posesión- al ser el protagonista de las oportunidades más destacadas. Dos de Luis Alberto, la primera no tan clara con un disparo desde fuera del área que sacó Varas con dificultad, pero la segunda es clarísima. El balón le quedó franco al gaditano a diez metros de la portería y el ’21’ eligió antes potencia que colocación y la ocasión se fue al limbo. Hubiera supuesto el 2-1 en el minuto 75, con 15 minutos por delante muy cuesta arriba para la UD.
En el 79′ y con la entrada en el campo de Nabil El-Zhar, el propio jugador franco-marroquí colgaba un balón al segundo palo, dejaba atrás Aythami y David García tocaba lo suficiente en área pequeña para hacer el 1-2. Despiste defensivo que hacía remar a la plantilla herculina tras casi cantar el 2-1 cuatro minutos antes.
7. El Deportivo se vio obligado a marcar un gol con 10 minutos por delante. Lo intentó de mil maneras, con el balón al piso y con el balón al cielo, utilizando a Alberto Lopo de improvisada referencia ofensiva. A la desesperada encontraron huecos, pero no esa pizca de suerte necesaria. Lucas Pérez estrelló en el larguero la última ocasión en el 91′ y casi casi ese rechace acabó en el 1-3, nuevamente de Araujo, en un contragolpe dirigido con sencillez por El-Zhar. Por cinco centímetros pasamos del 2-2 al 1-3. Sé que son una serie de apuntes diferentes, casi repasando el partido, pero quería explicar mis sensaciones al ver el partido nuevamente repetido. No es que quiera excusar a la plantilla, pero creo que no se ha valorado este partido concreto con justicia.
8. En el homenaje a Valerón se acabaron colando otros dos exdeportivistas para ser decisivos. Y aunque parezca mentira lo hicieron con sendas asistencias. El Flaco no activó la suerte del último pase, pero tanto Momo como Aythami sí lo hicieron. El pase con la zurda de Momo en el 1-1 es tan refinado como su juego, que lo ha ido modelando hasta encontrar su mejor versión a los 33 años. La asistencia de Aythami fue de pura intuición. Esperó el balón al segundo palo y lo puso atrás discurriendo que por ahí aparecería alguien. Cada uno se llevó un puntito -y un puñado de aplausos- en la mochila.
(Bola extra: El Dépor con 37 unidades queda a 9 puntos de los puestos de descenso con seis partidos por jugar, varios de ellos de una alta dificultad. Es normal que la gente se preocupe sobre todo mirando los partidos que les quedan a los de Víctor, pero ojo, los equipos de abajo, con menos puntos que el Dépor, también tienen partidos complicadísimos)