«En mi primer año en Segunda B hice un hat-trick, pero hace tiempo». Así de franco, así de natural se mostraba Carlos Fernández en zona mixta. Natural de Castilleja de Guzmán (Sevilla), el joven atacante siempre fue una de las perlas de la cantera de Nervión. Sin embargo, las lesiones fueron complicando su carrera. Ahora, en A Coruña, sin ningún tipo de dolencia, está demostrando lo que se presuponía de él: un 9 asociativo que, en cada uno de sus movimientos individuales, genera fútbol para el colectivo. Y aún por encima, desde el día del Málaga, ve puerta.
Carlos Fernández fue el último fichaje del Deportivo 18/19. Aterrizado en Alvedro en las últimas horas del mercado, el sevillano llegó rodeado de incertidumbre. Apenas un mes antes, en julio, había sido operado del menisco. Y eso había lastrado sus planes. Se esperaba que esta temporada fuera jugador de la primera plantilla del Sevilla a todos los efectos. Sin embargo, el técnico, Pablo Machín, decidió que aún era pronto. Y el 9 de septiembre, Carlos ya estaba jugando sus primeros minutos con el Dépor. Antes de lo previsto, y motivado por las ausencias en ataque, el canterano hispalense disputó 71 minutos ante el Sporting.
No estaba del todo bien físicamente, pero fue dejando algunas pinceladas de lo que podía ser. Y a Natxo González, que ya lo felicitó aquel mismo día en la rueda de prensa posterior, lo convenció. Ya no volvió a sentarle. Desde esa jornada, Carlos salió siempre de inicio. Sin acierto de cara al gol hasta el día del Málaga, el ’18’ fue dando muestras evidentes de su comprensión del juego.
Sus movimientos con y sin balón, repletos de sentido, siempre ofrecen una solución en corto para los compañeros. Y además, no escatima en esfuerzos a la hora de bajar a defender. Nada más lejos de la realidad, ante el Elche, sus ayudas constantes en las transiciones defensivas hicieron que su equipo recuperara varios balones.
Sin embargo, si algo de la noche del viernes va a quedar fijado en la retina del deportivismo, serán sus 3 goles. Mucho más que su trabajo ‘sucio’. La belleza del segundo, que él mismo se encargó de explicar después, le restó valor al primero: un cabezazo precioso en el primer palo tras un saque de Krohn-Dehli desde la esquina. El tercero, el último de la noche, llegó por un resbalón de José Juan. Y por la insistencia, también hay que decirlo, de Carlos presionando un pase atrás de la zaga.
En consonancia con el resto del equipo, el futbolista cedido por el Sevilla sigue creciendo a pasos agigantados. Jornada tras jornada. Y ahora también hace goles.
Feliz fin de semana #DEPORTIVISTAS! pic.twitter.com/ldWQm1ALIE
— RC Deportivo (@RCDeportivo) 12 de octubre de 2018
La secuencia, en imágenes, del 2-0, el golazo de la noche:
Instantáneas de nuestro fotógrafo Fernando Fernández