Dani Giménez explicó cómo estaba el vestuario del Deportivo tras el agónico triunfo ante la Ponferradina, señalando que la competición, ni la clasificación, dan respiro: «En el vestuario había un poco de euforia, pero es que hay tanto cansancio, tanto partido seguido que ya estamos pensando en el del martes. Quizá vivimos con más alegría la del otro día porque necesitábamos una victoria ya. Ahora la gente rápido en el hielo, dando masajes y soltando porque tenemos otra final. No nos relajamos mientras no haya permanencia matemática«.
El meta reconoce que lo pasó mal en el segundo tiempo: «Lo viví con mucho sufrimiento. El gol fue un mazazo, pero el equipo se sobrepuso. Nos costó entrar por banda… y el final fue un cúmulo de sensaciones. La desesperación y la ansiedad, los nervios por intentar empatar y luego ganar. De creer en el equipo. Cuando metimos el empate, el equipo creyó más que nunca que podíamos ganar. Las cosas se consiguen con corazón y se nos está devolviendo esos partidos que en la primera vuelta pudimos sacar más puntos y no lo conseguimos. El fútbol pone todo en su sitio«.
Dani Giménez apuesta por seguir con la misma idea del fútbol y empezar a jugar más alegre cuando se certifique la salvación: «Desde la llegada de Fernando, el equipo está con unos números increíbles. Yo sé que a muchos le gustaría que jugásemos un fútbol más brillante, de otra manera, pero estamos para sufrir y ganar sufriendo. Si nos equivocamos otra vez, llegarán los errores y las derrotas. Lo que queremos es que el Dépor siga en Segunda y cuanto antes podamos cerrar la permanencia, antes podremos dejar pinceladas de la calidad que tenemos en la plantilla».