Lo más positivo que nos dejó el año en Segunda División fue esa inercia positiva y la agradable sensación de ser favorito en la mayoría de los partidos.
Tras un buen inicio de temporada, el Sevilla se encargó de recordarle al Dépor que esto es Primera División. Aquí si perdonas, pierdes. No fue el peor partido del equipo, pero algunos síntomas en los últimos encuentros obligan a una reflexión. El equipo mantiene clara su idea de juego, pero eso, ante ciertos rivales, no es suficiente. Echo en falta la presencia de un ganador nato en las parcelas creativa y ofensiva.
En relación al entrenador, no cambiaré mi discurso. La labor de Oltra me convence, pero creo que es el momento ideal de tomar decisiones de entrenador. Una victoria en cinco partidos es motivo suficiente para buscar soluciones en una amplia plantilla.
Se avecina un calendario complicado, y es momento de mantener la unión. Nadie dijo que fuera sencillo, y esta temporada la salvación es, en mi opinión, el objetivo principal de este equipo. Llega el partido del Bernabeu, un campo en el que será complicado evaluar al equipo.