Este fin de semana se disputó la vigesimoprimera jornada de la Liga Santander. Una cita en la que las condiciones climatológicas se convirtieron en obligadas protagonistas. El intenso viento que azotó Galicia estos días causo desperfectos en las cubiertas de Riazor y Balaídos, forzando la suspensión de los encuentros entre Dépor y Betis y el del Celta contra el Real Madrid, que sigue lider a pesar de acumular dos partidos menos que sus perseguidores. También Anoeta, donde se fue parte de la luz del estadio, sufrió estas consecuencias. Lo más destacado en la zona baja, la victoria de un Granada que toma oxígeno, sobre Las Palmas, con un soberbio golazo de Andreas Pereira (1-0).
Como consecuencia del temporal, la jornada tuvo que arrancar el sábado por la mañana con la cita entre Málaga y Espanyol (0-1). Un duelo que se llevó por convicción el conjunto perico, ante una escuadra andaluza débil que acumula ocho jornadas sin ganar. Después le llego el turno al Barcelona, que superó cómodamente al Athletic Club (3-0) en un choque con protagonismo para los secundarios en el que anotaron Messi, Aleix Vidal y -por fin- Paco Alcácer. Otro que se reconcilió con su instinto goleador fue Fernando Torres, que anotó los dos goles de la victoria del Atlético de Madrid ante el Leganés (2-0).
Por su parte, Mestalla vivió un nuevo esperpento de su equipo que, tras una racha esperanzadora, vuelve a sumar dos jornadas sin ganar. El Valencia cayó derrotado ante un grandísimo Eibar (0-4), para el que el sueño de clasificarse para competiciones europeas deja de ser un sueño para convertirse en un objetivo real. Ya en el turno dominical, el Sevilla tropezó en su meta de alcanzar en el liderato al Real Madrid, ante el Villarreal (0-0). Los de Sampaoli fueron mejores y merecieron los tres puntos pero se toparon con un inconmensurable Asenjo, que detuvo un penalti a Nasri y todos los acercamientos hispalenses.
Acto seguido, el Alavés se llevó un triunfo valioso en un choque en el que reservo a varios de sus jugadores de cara a la vuelta de semifinales de Copa del Rey. Y lo hizo en el feudo del Sporting de Gijón (2-4), que amenaza con descolgarse de la lucha por la permanencia. Misma situación que Osasuna, que pese a cuajar una gran actuación en Anoeta fue incapaz de arañar un punto contra la Real Sociedad. Los navarros fueron superiores durante la primera mitad, se adelantaron y pudieron ampliar su ventaja, pero la Real se rehizo y le dio la vuelta a la contienda en el segundo acto (3-2).