El Numancia apeó al Zaragoza del playoff por el ascenso a Primera División en uno de los momentos que más duele, en el descuento. Cuando la eliminatoria estaba empatada, Diamanka penalizó un error defensivo del cuadro maño. El equipo de Saúl jugará la final y Natxo González ya tiene vía libre para anunciar su llegada al Deportivo como entrenador.
El Zaragoza de Natxo González, presumible técnico del Deportivo para la próxima temporada, pasará un año más en Segunda División tras haber sido eliminados por el Numancia en el playoff de ascenso. Un Numancia con Saúl como titular y haciendo un partido más que correcto, salió muy intenso al terreno de juego ahogando en todo momento a los locales.
Pero tras el descanso, el Zaragoza se deshizo de los nervios y empezó a acosar al Numancia. Ahí fue donde su portero Aitor brilló. Lo recordará Borja Iglesias durante mucho tiempo, quien falló dos mano a mano con el guardameta numantino. De hecho, cuando más apretaban los locales aparecería Íñigo para adelantar a su equipo. Era el 0-1 y un jarro de agua fría para los maños.
Mikel González, poco después, conseguiría empatar el partido haciendo a los suyos soñar de nuevo. Pero cuando prácticamente nadie se lo esperaba, un error defensivo condenó a los de Natxo González. Diamanka, solo en el área, remató para poner el definitivo 1-2.
Natxo González: «Ahora estoy vacío, prefiero no hablar de mi futuro»
Natxo González, técnico del Zaragoza, atendió a los medios de comunicación tras quedarse a un paso de la final de los playoff por el ascenso a Primera División. «Solo queda llorar y pasar el mal trago», apuntó.
En cuanto al partido, se lamentó de la falta de acierto. «Otros días hemos sido muy eficaces, hoy las hemos tenido de todos los colores, el portero ha hecho gran partido, y la diferencia ha estado en el área rival donde ellos si han sido capaces».
Por otro lado, evitó hablar sobre su futuro, algo lógico. «Entendedme, ahora estoy muy vacío, es mucho desgaste emocional y prefiero no hablar de mi futuro». Agregó que «ahora no hay consuelo, cuando pasen las horas y tengamos la cabeza y el corazón frío hablaremos de otras cosas».