David Barral no podrá disputar el decisivo encuentro del fin de semana con el Levante al cumplir ciclo de amonestaciones. Los deportivistas no olvidan su gol de penalti con el Sporting de Gijón en El Molinón y su posterior celebración.
Era 7 de mayo de 2011. Han pasado concretamente cuatro años y una semana de aquel caluroso e infeliz día en Asturias. Miles de deportivistas se desplazaron por la A-8 para animar a su equipo en la lucha por permanecer en Primera División. Estrada Fernández era el árbitro que dirimía aquel dramático Sporting de Gijón – Deportivo por la salvación.
Son pocos ya los que desconocen lo que sucedió aquel día. Dos penaltis en contra -el primero de ellos clamoroso-, un fuera de juego inexistente de Adrián López que le dejaba cara a cara con Juan Pablo después de que el delantero iniciase su carrera desde el centro el campo y multitud de decisiones erróneas que alteraron a cualquier aficionado blanquiazul que estuviese presenciando el encuentro. El partido acabó 2-2 y fue el choque que encaminó a la Liga Adelante al conjunto dirigido por Miguel Ángel Lotina. Habían pasado 20 años desde el anterior descenso del club coruñés.
Además del nombre de Estrada Fernández, la afición deportivista grabó a fuego otro nombre propio: el de David Barral. El delantero gaditano fue el encargado de ejecutar la pena máxima que el trencilla catalán señaló tras un empujón en el área pequeña de Rubén Pérez. Corría el minuto 96 de partido. Ni corto ni perezoso, y sobre todo queriendo agradar a su propia afición después de que hubiese sido silenciada por la ‘marusía blanquiazul’ en El Molinón, se fue a celebrarlo frente a la afición herculina. Se llevó el dedo a los labios en una actitud provocadora y mandó callar a los miles de hinchas que habían viajado desde A Coruña.
El Dépor se juega este fin de semana sus opciones de permanencia ante el Levante. David Barral es su máximo goleador y el jugador diferencial que le ha sacado las castañas del fuego esta temporada. El ariete le ha hecho sumar muchos puntos a su equipo en los dos últimos meses de competición y, de no ser por él, seguramente el Levante estaría en una situación parecida a la del Deportivo. Sin Barral, el equipo es otro. Por eso, cuando en el minuto 87 del Levante – Atlético de Madrid de la semana pasada recibió una tarjeta amarilla que le hará cumplir ciclo de amonestaciones en el próximo encuentro, el deportivismo esbozó una sonrisa. Ya no estará enfrente Barral. Ahora solo falta que tampoco arbitre Estrada.