Faltan 12 jornadas y lo que parecía ser una temporada encaminada hacia el ascenso directo se ha torcido. ‘¿Qué le pasa al Dépor?’, se preguntarán la mayoría de aficionados blanquiazules. Pues más allá de que cualquier realidad resulta imposible de simplificar en una única certeza, parece evidente que el cuadro herculino padece un problema ofensivo. Y es que el equipo de Borja Jiménez ha pasado de ser el máximo anotador de su grupo y un bloque dominante en área rival a tener muchas dificultades para materializar. Y ya saben, como decía el anuncio, ‘sin gol no hay fútbol’.
Una tendencia sostenida
Los datos del Deportivo -recogidos por Wyscout– demuestran que, a día de hoy, no es menos productivo que en la época de ‘vacas gordas’. De hecho, los blanquiazules ganaron sus cuatro primeros encuentros sin chutar más de 10 veces por partido. El Dépor era efectivo y, desde la ventaja en el marcador, controlaba el encuentro. De hecho, en los 9 primeros encuentros de liga, tan solo superó la decena de chuts en los que perdió: ante Unionistas y frente al Real Unión.
Fue aquel encuentro en el Gal cuando el Dépor alcanzó su mayor volumen de disparos: 21 totales (10 fueron a puerta). Superó esta cifra el cuadro coruñés en el partido de vuelta en Riazor, cuando finalizó 23 veces, aunque solo 5 entre palos. El denominador común de todos encuentros fue el resultado final: derrota. Y en parte, es lógico. A más necesidad, más ambición ofensiva.
Así, a través de la comparativa de disparos totales y a puerta por cada una de las jornadas se puede sacar una primera conclusión: en los partidos que ha ganado, el Dépor no ha necesitado generar un elevadísimo número de ocasiones. Más bien, ha tirado de efectividad.
Por otro lado, vemos cómo el conjunto coruñés ha seguido, con excepciones, la tendencia citada dos párrafos atrás: a peor resultado, más ocasiones. Esto ha sucedido también en los últimos dos meses, ya que en los partidos ante el Real Unión y la SD Logroñés el bloque herculino llegó mucho. Sin embargo, resulta evidente que esa racha de derrotas hizo daño.
Y es que desde el fatídico duelo ante el Racing de Santander, el Dépor ha visto cómo su capacidad ofensiva ha disminuido ligeramente: necesitaba resultados, pero las cifras contra el propio Santander, el Sanse y el Racing de Ferrol no fueron ya las de los partidos inmediatamente anteriores. Aunque, por supuesto, también hay que tener en cuenta la mayor entidad de los rivales.
Sacando de la ecuación el triunfo ante el Calahorra, el Deportivo ha chutado 31 veces en los últimos tres encuentros sin victoria. No es un mal registro en bruto. Pero solo 2 tiros fueron entre palos (no cuentan aquí los tiros bloqueados con dirección a portería).
La puntería
De este modo, podría parecer que el problema no viene tanto en la creación de ocasiones como en la finalización en sí: en la puntería. Para ahondar más en esta cuestión, establecemos una comparativa entre los goles marcados y los goles esperados (xG) generados por el Dépor en cada partido.
Como se citaba en el anterior punto, el Deportivo no necesitó oportunidades claras ni una gran cantidad de ellas para sacar puntos al inicio: era un equipo con puntería y muy efectivo. De hecho, no fue hasta la décima jornada, ante el Zamora, cuando venció por primera vez un partido generando más xG que goles marcados.
De este modo, podemos comprobar en el gráfico incluido bajo estas líneas cómo el conjunto de Riazor ha ganado únicamente tres partidos con más goles esperados que goles marcados. Al del Zamora en casa se le une la vuelta ante el mismo equipo, en el Ruta de la Plata. En los dos encuentros el Deportivo venció por la mínima y gracias a un gol en los instantes finales. Es decir, no siguió la fórmula habitual de ser efectivo y controlar. Más bien tuvo que ir a por el gol durante prácticamente todo el encuentro. El tercero en discordia fue el choque contra el Talavera, en el que un penalti en los instantes finales elevó el xG del equipo pero no su marcador.
Por el contrario, en el inicio liguero y ante UD Logroñés, Majadahonda, Cultural o el DUX, el Dépor vivió de su pegada. Algo, por otro lado, habitual en los equipos de la zona alta: es lógico que a más calidad, conviertas situaciones menos claras. Y, por lo tanto, la diferencia entre los goles marcados y los esperados aumente a favor de los primeros, como así sucedía en las estadísticas blanquiazules.
¿Qué ha pasado en el último tramo, en el que el Dépor ha pegado un bajón de resultados? Pues que el conjunto coruñés ha generado un volumen de ocasiones parecido al del resto de la temporada, pero ha sido incapaz de marcar gol en cuatro de sus cinco últimos encuentros (Racing de Ferrol, Sanse, Racing de Santander y SD Logroñés). Y eso que su cifra de goles esperados fue de 3,75 en estos partidos. Mientras, contra el Real Unión sí marcó un gol, pero desperdició oportunidades por valor de 2,69 xG (el tanto de Elitim, al ser un chut lejano, tan solo tenía una probabilidad de gol de 0,04).
En la media
Así, lo que la efectividad le dio al Dépor, la efectividad se lo ha quitado. Pese a que es el segundo clasificado, el equipo coruñés se sitúa exactamente en la media de la competición en cuanto a puntería. De entre los equipos que optarían a ascender a día de hoy, tan solo el Racing de Ferrol presenta un peor balance en cuanto a la diferencia entre goles marcados y goles esperados.
La Cultural y el Real Unión son los dos conjuntos más efectivos del Grupo 1. Muy cerca le siguen ya aspirantes a Segunda como el Racing de Santander, el Celta B, el Rayo Majadahonda y Unionistas. Todos ellos producen un volumen de ocasiones superior al Deportivo excepto el conjunto cántabro. A los de Fernández Romo no les hace falta llegar mucho para sacar puntos, pues han mostrado durante toda la liga pegada. En circunstancias parecidas están el Real Unión, el DUX, el Valladolid Promesas y el Sanse: aunque no generan demasiado, su ratio de conversión es alto.
Mientras, la UD Logroñés, el propio Racing de Ferrol o el Badajoz, próximo rival blanquiazul, se encuentran entre los conjuntos con poca pegada y baja producción ofensiva. Una producción en la que el Dépor, con 10,96 chuts a portería por encuentro, tampoco destaca. Sin embargo, esta cifra le permite estar por encima de la media de la competición. Sin destacar nunca en cantidad, ese no ha sido -ni es- el principal problema del Deportivo, que ahora tiene que lidiar con una cuestión de puntería.