Augusto César Lendoiro, expresidente del Deportivo, ha sido uno de los protagonistas de un especial del SuperDepor en el diario luso A Bola. El que fuera mandatario coruñés recuerda varias operaciones que finalmente no cristalizaron, entre las que estaba por ejemplo Deco, Quaresma o Sergio Con.
En el citado medio, destaca su amistad con el presidente del FC Porto, Pinto da Costa. Una relación que comenzó en «los 80, en el hockey. En el fútbol el primer negocio fue en la primera temporada, con la cesión de Raudnei. Pinto era peligroso, no daba nada sin algo a cambio», recuerda Augusto con una amplia sonrisa en la cara.
De hecho, cono anécdota, reconoce que cuando se enfrentaron en «las semifinales de Champions» ante el FC Porto, Pinto da Costa le apareció con «un álbum que tenía más fotos mías de las que yo mismo tengo».
Además de con Pinto da Costa, es pública su buena relación con el representante Jorge Mendes, con quien hizo varios traspasos y ventas. «Nuno fue el primer negocio importante de Jorge Mendes y se hizo en Riazor. Tengo grandes recuerdos de Nuno, no jugaba, pasaba desapercibido, pero siempre fue ejemplar. También lo intenté traer como entrenador», recuerda. Añade, además que «Mendes me llama padrino, yo le llamo ahijado. También hicimos lo de Jorge Andrade. Es una buena relación, pero él siempre está muy ocupado. Ya le dije que necesita pedir un tiempo muerto».
Y ahí es donde entran los cracks portugueses que no llegaron al Deportivo, como son Quaresma, Deco, Cristiano Ronaldo y Sergio Conceiçao.
«Jorge Mendes intentó colocar aquí a Quaresma y vinieron en el coche del representante, pero no teníamos sitio para un extremo. Los llevé a comer y le enseñé Coruña». Otro de los que también sonó fue un «Deco, que estuvo a punto». Y por otro lado, hubo un «intento por Cristiano Ronaldo, pero pedían cifras exorbitantes. Sólo podía contratarlo el Manchester United».
Y el último, Sergio Conceiçao, a quien tantearon antes de que volviese a Italia. «Estuvo hecho. Pero en una reunión con D’Onofrio, que vino en un avión particular a Coruña, se estropeó todo en cinco minutos. Se volvió loco a pedir no sé cuanto, pero era nuestro gran objetivo en esos días».
La necesidad de estar en Primera y en Europa para los clubes pequeños
Además, deja Augusto César Lendoiro una reflexión sobre la necesidad de los equipos pequeños de luchar con los grandes para no perder la masa social. «Es una de las dudas que existen. Hay una ruptura y un choque en el sentimiento, algo tradicional en ciudades más pequeñas. La fuerza del Dépor cambió las opciones de los pequeños, casi en su totalidad, seducidos por nuestra grandeza competitiva. Dejando de competir con los mejores hay que pagar ese precio, todos quieren tener un equipo de referencia que garantice alegrías. Es importante jugar con ambiciones europeas. El Dépor tiene que subir de inmediato y apuntar hacia ese horizonte».