La temporada en Primera RFEF llega a su tramo decisivo y los nervios están a flor de piel en todos los equipos. Sobre todo en aquellos que ven peligrar sus objetivos. Y la cuerda suele romperse siempre por el mismo lado: el banquillo. Así ha sido como la UD Logroñés ha decidido prescindir de Meré Hermoso y llevar a cabo un relevo con la llegada de Albert Aguilá.
Más que llegada, ascenso del técnico que estaba a cargo del filial. La derrota de este fin de semana en Talavera ha sido una herida demasiado grande en un club que no hay que olvidar que es uno de los recién descendidos de Segunda. La temporada no ha sido buena en el conjunto riojano, pero el miedo a quedarse sin playoff (ahora mismo marchan sextos, fuera de las plazas que dan billete a las eliminatorias, pero empatados con el Rayo Majadahonda), han disparado las alarmas.
Con el Sardinero y Riazor en el horizonte
Aguilá, que había llegado al filial en diciembre y que también pasó por las categorías inferiores de Osasuna y la SD Logroñés, se estrenará esta semana en casa contra el Tudelano. Ante el colista tendrá la mejor opción para empezar con buen pie, porque el calendario que se le viene no dará facilidad alguna.
Lo siguientes tres encuentros son nada más y nada menos que contra los tres primeros. Obviamente, será ahí donde el nuevo técnico tendrá también la oportunidad de dar un golpe en la mesa. En dos jornadas visitará el Sardinero para medirse a un Racing de Santander que camina imparable hacia el ascenso. Después recibirá en casa al Racing de Ferrol y para iniciar mayo visitará Riazor. El Deportivo ya se impuso en Las Gaunas por 0-1 y tratará de dejar totalmente descartado a uno de sus rivales directos por el playoff.