Los problemas a balón parado, la irregularidad en el juego, la titularidad de Juan Carlos y Bicho, el estado de forma de Juan Domínguez y el protagonismo de Rudy, temas de interés en el análisis del encuentro del fin de semana.
1. Dichoso balón parado. Otra vez de córner, otro de jugada ensayada. El Deportivo está sufriendo una barbaridad en las jugadas de estrategia aún teniendo a futbolistas de gran envergadura. Insua (1,84 m.), Arizmendi (1,89 m.), Borja Bastón (1,89 m.), Rudy (1.88 m.), Juan Domínguez (1.82 m.) o Wilk (1.80 m.) acuden a la llamada de Lux, pero una vez ahí no hay quien ponga orden. En esas acciones se echa en falta el carácter y el liderazgo de Marchena.
2. Este partido muestra la irregularidad en el juego del Dépor durante esta temporada. Como hace dos años, le está costando cogerle el punto a la categoría. No obstante, hay que recordar que los mimbres son mucho menores. El sábado se notó la ausencia de hombres como Culio o Arizmendi, que se atreven a amarrar el balón y tomar las riendas en momentos importantes.
3. Tanto Juan Carlos como Javier Fernández ‘Bicho’ estuvieron muy recatados en su juego. Como si les costase soltarse, atreverse a ser decisivos cuando el equipo requería de descaro. Lo único destacable, una frivolité del juvenil en una asociación con Rudy cerca del área contraria. Juan Carlos apenas tuvo incidencia en el juego del equipo, partiendo esta vez desde el centro.
4. A la poca acción de las dos novedades en la alineación del centro del campo hacia delante, se le suma el bajón de nivel de Juan Domínguez. A principio de temporada destacó por si solo y ahora lleva varios encuentros sin el protagonismo que el deportivismo espera. Físicamente no está igual que en los últimos tiempos, aunque también pienso que en estos momentos tiene menos metros para correr y regatear. El Dépor, ahora con tres en el centro del campo, mina el desarrollo de su fútbol. Juan se mueve por la medular y necesita espacios para darse la vuelta, mirar al horizonte, regatear a un rival y dar un pase. Con otro a su lado, cuenta con menos espacio para hacerlo.
5. A Carlos Wilson Cachicote ‘Rudy’ se le pueden achacar muchas cosas, pero no que no asuma responsabilidades. Sin Culio y sin Arizmendi, el ‘veterano’ de la línea de tres mediapuntas pidió constantemente el balón y lo intentó desde cada posición en la que recibió la posesión. Quizá su problema sea ése, que lo intenta cada vez que la coge. Sin importar dónde, sin importar cuándo.
6. Lo más decepcionante del encuentro fue no haber tirado ni una vez entre los tres palos durante los 90 minutos. Entre que a los jugadores del centro del campo les costó llevar el balón arriba, entre que los de banda apenas desbordaron y entre que Borja no tuvo su día, el Dépor no puso en apuros a Roberto.
7. Pero bueno, no desesperemos. El Deportivo continúa en fase de ascenso y a dos puntos del Lugo, que es segundo. La Liga Adelante es muy larga y habrá rachas y rachas, tal y como están teniendo todos los equipos. Como diría Laporta… «al loro, ¡que no estamos tan mal, hombre!». Todavía falta que se aclimaten hombres que serán importantes como Arizmendi, Marchena, Luisinho o el propio Rudy, que apenas tuvieron pretemporada. El Dépor tiene mimbres para pelear y competir hasta las últimas jornadas, de eso no tengo duda.