El coruñés ha jugado esta temporada en cuatro posiciones distintas, incluyendo la de guardameta, demostrando así su polivalencia sobre el campo.
Álex Bergantiños es el prototipo de futbolista que cualquier entrenador desea tener en su plantilla. Disciplinado, entregado en su labor y, sobre todo, polivalente. Las circunstancias han requerido que el canterano ocupase el pasado domingo ante el Madrid su cuarta demarcación sobre el campo en lo que va de campaña, supliendo a Sílvio Azevedo en el lateral derecho.
Corría la jornada 12 del campeonato y el Levante visitaba Riazor. A los pocos minutos de comenzar el choque tanto Carlos Marchena como Zé Castro tuvieron que abandonar el terreno de juego por sendas lesiones por lo que el coruñés dejó su habitual posición en el mediocentro para situarse en el centro de la zaga junto a Aythami. Pero la cosa no acabaría ahí… La expulsión de Daniel Aranzubia en la segunda parte -con todos los cambios realizados- obligó al jugador a enfundarse los guantes y ponerse bajo palos, emulando a Donato y a Juan Rodríguez, que tiempo atrás corrieron la misma suerte.
El pasado sábado Fernando Vázquez no contaba con ningún lateral de recambio en el banquillo -de hecho no había ningún defensor puro junto a él-, por lo que tuvo que utilizar al ‘24’ herculino como lateral diestro durante buena parte del enfrentamiento, después de que Sílvio tuviese que retirarse en el minuto 25 tras un fuerte choque.
Jesús Vázquez, tras sus pasos
El onubense ha cosechado minutos esta temporada de manera parecida, ya que ante el Valencia en Riazor ocupó el lateral izquierdo tras la expulsión de Sílvio y el pasado domingo saltó al campo para actuar como defensa central en lugar del lesionado Kaká. Su facilidad para acomodarse a distintas posiciones sobre el campo le ha servido para cosechar minutos, después de casi no disponer de oportunidades en el tramo inicial de Liga con José Luis Oltra.