Inicio de año esperanzador el de los dos futbolistas propiedad del Deportivo a préstamo esta temporada, aunque con notables diferencias entre ambos. Así las cosas, Álex Bergantiños sigue ganando peso en un Sporting que sumó un nuevo triunfo ante su afición, mientras que Róber mantiene un papel relevante en la rotación de un Levante que disputó dos encuentros durante la semana.
El Levante da la cara ante el líder. (Barcelona 3-0 Levante)
El Levante rindió visita al líder de la Liga Santander con la intención de dar la sorpresa y arrancar algo positivo, una tarea que casi se puede tildar de imposible cuando enfrente está un Messi en estado de gracia como el que se pudo ver este domingo en el Camp Nou. Los granotas dieron la cara en todo momento e incluso gozaron de alguna que otra ocasión de gol clara, pero el guardameta culé y su falta de puntería les impidieron meter el miedo en el cuerpo al Barcelona, que no tardó en demostrar todo su potencial para dejar prácticamente sentenciado el choque ya antes del descanso. Al final derrota (3-0) que entraba dentro de lo previsible pero que lejos de suponer un duro golpe para los levantinistas, les sirve para reafirmar la leve mejoría experimentada en los últimos partidos y afrontar con optimismo los próximos compromisos, el primero de ellos la vuelta de la eliminatoria de Copa frente al Espanyol. Los de Orriols dejaron encarrilado su pase a cuartos de final gracias a la victoria a domicilio (1-2) lograda esta misma semana, un marcador muy favorable que ahora deberán refrendar en el Ciudad de Valencia.
El hecho de que Juan Ramón López Muñíz haya dado la alternativa en las últimas semanas a hombres hasta el momento prácticamente inéditos como Cabaco o Lukic, defensa central y mediocentro respectivamente, ni mucho menos parece haber relegado a Róber a un rol secundario. El coruñés partió como suplente frente al Barcelona pero fue el primer recambio del que echó mano el técnico asturiano cuando apenas se había cumplido la hora de juego. Sustituyó a un agotado Jefferson Lerma y pasó a ocupar su puesto como mediocentro, una posición que ya se ha convertido en algo habitual para él. Pese a la entidad del rival y el resultado adverso que reflejaba el marcador el gallego no solo se mostró acertado y jugó el balón con criterio, sino que también aportó seguridad y cierto grado de solvencia al entramado defensivo de los granotas, aunque vio su primera cartulina amarilla en lo que va de temporada. De esta forma, el futbolista perteneciente al Deportivo repetía lo sucedido días atrás en el partido de Copa ante el Espanyol, un duelo en el que también fue el sustituto del colombiano en el tramo final del choque y contribuyó a sellar la victoria de su equipo.
Victoria con suspense para iniciar el nuevo año. (Sporting de Gijón 3-2 Córdoba)
Segundo encuentro del nuevo Sporting de Gijón de Rubén Baraja en El Molinón y segunda victoria para los asturianos. Así fue como arrancó el conjunto gijonés el nuevo año, con un triunfo muy importante pero también muy sufrido (3-2) que le sirve para volver a mirar hacia la parte alta de la tabla. Los rojiblancos saltaron muy concentrados y con dos goles en apenas veinte minutos dejaron el encuentro encarrilado. Pero lo que apuntaba incluso a una goleada de los locales se tornó en dudas y nerviosismo tras el paso de vestuarios, hasta el punto de ver como el cuadro andaluz dispuso en los minutos finales de un mano a mano que Mariño impidió que se convirtiese en el tanto de la igualada.
Pese a un dubitativo inicio de temporada en el plano individual, la irregular trayectoria del equipo y el reciente cambio de entrenador ya nadie duda de que la figura de Álex Bergantiños resulta imprescindible para el Sporting. El parón navideño ha servido para que el coruñés olvide por completo los problemas musculares con los que finalizó el pasado año y que incluso le hicieron perderse algún encuentro. Fue titular ante el Córdoba y completó los noventa minutos formando pareja en el mediocentro con Sergio Álvarez, quien regresaba tras varios meses alejado de los terrenos de juego haciendo posible el recuperar la sociedad bajo cuya batuta el Sporting dejó sus mejores momentos de fútbol. El gallego llevó a cabo una gran labor en cuanto a la destrucción de juego y la recuperación de balones, faceta en la que ya se encuentra entre los mejores de la categoría, pero tuvo menor peso en la creación de juego y la circulación de balón.