En la extensa rueda de prensa que ofreció esta mañana Carmelo del Pozo existía cierta expectación por conocer las reflexiones del director deportivo acerca del mercado invernal. Durante la temporada se ha especulado mucho sobre las operaciones que se llevaron a cabo durante el mes de enero. El máximo responsable de la parcela deportiva reconoce que «las cosas se pudieron hacer mejor pero el tema económico influye mucho en el mes de enero».
Carmelo del Pozo tenía claro que algunas preguntas girarían sobre esta cuestión. «Para firmar un buen jugador en invierno necesitas dinero, si no tienes dinero, no lo podrás fichar. Acudimos a él con el cambio de sistema del entrenador y eso nos obligó a hacer incorporaciones diferentes. A eso hay que añadir la situación concreta de Carles Gil. Él nos pidió salir. Era un jugador importante que quería más protagonismo».
El director deportivo hizo un inciso para referirse a la situación de Gaku. «Teníamos un acuerdo cerrado que cambió el 31 de enero a las 18:00 horas por decisión del entrenador. Gaku me ha demostrado mucho y ha estado muy pendiente de la eliminatoria ante el Mallorca. No sabemos que nos deparará el futuro pero ahora tiene ofertas de Primera División y nosotros tenemos cuatro jugadores del centro del campo pero su compromiso me ha sorprendido de manera brutal».
De manera más general, Carmelo asegura que este tipo de mercados suelen ser una moneda al aire. Osasuna no fichó y ascendió y el Granada incorporó a dos futbolistas que no han disputado ni tres partidos. Sin embargo todo el mundo habla del Cádiz y no logró el objetivo. Seguramente se pudo hacer mejor pero si no hay capacidad económica hay que elegir de manera muy concreta». En el apartado de autocrítica, el director deportivo considera que se falló en el centro del campo. «La portería y la defensa funcionaron bien y en el ataque igual. Tenía poca flexibilidad y me encontré con situaciones contractuales muy complicadas. Creo que Borges nos habría ayudado muchísimo, su marcha fue una desgracia».
Por último, el director deportivo reconoce que «ha sido un año muy duro a nivel personal. Llevo 22 años en el mundo del fútbol y nunca había vivido una temporada así, con dos procesos electorales, cambiar la plantilla entera y organizar la dirección deportiva. En Segunda División puedes hacer un buen trabajo y no ascender».