La temporada de estreno de la Primera RFEF ha sido un fiasco. A día de hoy, la competición está lejos de la profesionalización prometida por parte de la Federación, que durante todo el curso ha puesto unas exigencias a los clubes que han estado muy lejos de las garantías que les ha ofrecido. Sobre todo a nivel económico. En un intento por empezar a corregir esta dinámica, el organismo presidido por Luis Rubiales ha improvisado un ‘salvavidas’ en forma de préstamo para que los equipos que tengan problemas en afrontar los salarios de los jugadores puedan hacer frente a esas deudas.
El Extremadura desapareció durante la competición, pero además han sido numerosos los equipos que han llegado a final de curso ahogados a nivel financiero. Por eso, la Federación ha publicado una convocatoria en la que pone a disposición de todos los clubs de Primera RFEF 12 millones de euros provenientes del Fondo de Contingencia creado por el propio organismo.
De ahí, cada uno de los 40 equipos que disputaron la competición este año (y los que la disputarán el próximo) pueden solicitar hasta un máximo de 400.000 euros para afrontar, de forma preferente, el pago de los salarios y la Seguridad Social para ponerse al día con sus futbolistas.
Adelantar el dinero mientras la Primera RFEF busca despegar
Este dinero a cuenta no se trata de una ayuda a fondo perdido. Es un préstamo que la Federación pone a disposición de los clubs. Eso sí, en condiciones ventajosas ya que no tiene intereses y podría ser devuelto a cuatro u ocho años.
Básicamente, esta iniciativa supone una patada a seguir y ganar tiempo tanto por parte de la Federación como también de los propios clubs, que esperan estabilizar su situación económica y que, sobre todo, la Primera RFEF se convierta en una competición que en un periodo corto de tiempo no sea deficitaria.